¿Sabías que Tenerife no solo es un espectacular destino de playa sino también de turismo rural?

Tenerife es un destino de otoño e invierno practicamente perfecto porque, como isla afortunada que es, cuenta con sus playas y con la calidez de su clima todo el año pero también con una magnífica diversidad paisajística en su interior que empieza por el pico más alto de España, un volcán, el Teide.

Una de las mejores maneras de conocer el interior de Tenerife, la mejor realmente, es recorrer sus senderos únicos, cuenta con la friolera de 1.500 kilómetros de senderos entre los que podrás elegir los que transiten por las zonas que te resulten más atractivas de la isla; algunos cruzan entornos volcánicos, otros espacios verdes como la Corona Forestal o el Parque Rural de Anaga, lugares en los que descubrir el famoso bosque de laurisilva propio de esta isla.

Además, los pequeños pueblos de las zonas rurales son pequeños secretos en los que disfrutar de la mejor gastronomía tinerfeña, una tradición gastronómica rica a rabiar porque cuenta con influencias africanas, europeas y americanas; y no hablamos solo del cochino negro, el atún, las papas o los plátanos, también de los vinos porque Tenerife cuenta con 5 denominaciones de origen propias para maridar sus ricos platos.

No dejamos los pueblos porque algunos de los más bonitos de España están aquí, Garachico por ejemplo con sus calles adoquinadas y sus edificios históricos reconstruidos prácticamente en su totalidad a principios del S.XVIII, después de que una erupción destruyera la localidad. La Orotova o Icod de los Vinos son pueblos tinerfeños que merecen una visita.

Y a todo esto añádele el cálido clima canario y sus playas... sin duda el otoño y el invierno también son para viajar a Canarias, más este año, si cabe, porque aquí la pandemia está (y crucemos los dedos para que siga así) bajo control.