CANTABRIA
Secuoyas del Monte Cabezón, un Espacio Natural Protegido que quizá no conocías
Ideal para desconectar, este bosque es único en España dados los pocos ejemplares de estos árboles que hay en nuestro territorio.

Publicidad
El Monte Cabezón es una parcela de tierra situada en Cantabria y que está considerada un Espacio Natural Protegido. Además, está declarado Monumento Natural. ¿Y esto por qué? Porque se trata de un bosque de secuoyas, una especie nada habitual en esta zona del norte del país.
Muy cercano a la localidad de Cabezón de la Sal, este bosque de secuoyas tiene una extensión de 2,5 hectáreas y allí se alzan completamente en vertical, majestuosas, cerca de 850 secuoyas. Y si usamos el adjetivo 'majestuosas' para definirlas no es porque hayas escogido el término al azar, sino porque no encontramos otro mejor para referirnos a su gran envergadura: miden cerca de 40 metros de alto y el perímetro de sus troncos es de cerca de 2 metros.
Eso sí, pese a la grandeza de estos árboles, lo cierto es que son muy pequeños si los comparamos con otros de la misma especie. Y es que las secuoyas pueden medir hasta 115 metros, siendo el más alto que existe, localizado en California, de 115,55 metros. Esto es así porque estos árboles pueden vivir alrededor de mil años y estos que encontramos en Cantabria no llegan ni a los 100.

Dicho esto, cabe apuntar que las secuoyas del Monte Cabezón fueron plantadas en el año 1940 y desde entonces, son uno de los pequeños grupos de estos árboles que se encuentran en nuestro país, en el que todos son de estado seminatural. Allí reina el silencio y la paz, solo roto por el sonido que hace el viento al mover las hojas o el canto de algún que otro pájaro.
Adentrarse en el bosque de secuoyas del Monte Cabezón es, por tanto, una actividad perfecta para aquellas que quieren huir del ajetreo del día a día, de la actividad de sus pueblos y ciudades. Para hacerlo, existe una red de senderos e itinerarios, cada uno de ellos con un recorrido diferente que te permite explorar el bosque y lo imponente que es.
Debes saber que incluso las personas con movilidad reducida pueden tomar la decisión de hacer una excursión a este bosque de secuoyas, porque se ha adaptado uno de los senderos para ellas. Además, allí hay aparcamientos y merenderos, para dejar el coche y reponer fuerzas, así como un mirador desde el que apreciar con unas vistas increíbles la belleza de este bosque tan especial.
Publicidad