Sevilla en dos días: las mejores rutas por la ciudad

Sevilla es una de las ciudades más hermosas de España, una de las más visitadas y una de las que más rincones tiene por descubrir. Además, cuenta con una ventaja: con un poco de organización (y sin detenerse demasiado en cada sitio, no vamos a pasar esto por alto), se puede ver en un par de días. No vamos a emplear la palabra “conocer”, porque para conocer una ciudad, por pequeña que sea, hay que pasar mucho tiempo en ésta. Pero si te lo propones, puedes ver los principales puntos de interés sevillanos en dos días.

Empezamos por el centro de todo. La Catedral de Sevilla, con su imponente Giralda. Es lógico que nos encaminemos a este punto en primer lugar, pues es la seña de identidad de Sevilla y lo que más llama la atención de los turistas que la visitan por primera vez. La Catedral esta ubicada de manera excelente, los barrios que la rodean son muy pintorescos y nos ofrecerán una vista muy interesante de la ciudad. A través del Patio de los Naranjos, accederemos a la famosa Giralda, que vale su fama, y desde cuyas alturas contemplaremos toda la ciudad.

No queda lejos el Real Alcázar de Sevilla y sus jardines, de los que podremos disfrutar durante tanto tiempo como queramos. Recorrerlos no conlleva demasiado tiempo (un par de horas) y merece la pena perderse en cada uno de sus rincones, dejarnos envolver por la naturaleza y la vida que tiene este lugar. Tanto el Alcázar como los jardines tienen que ser visitados. Desde aquí podemos encaminarnos al Archivo de Indias si estamos interesados en el periodo de colonización, pues es el punto en el que se conservan más documentos relacionados con la conquista de América. Hasta aquí nuestra primera ruta, que también puede incluir un paseo por el Barrio de Santa Cruz, el conocido barrio judío de Sevilla donde encontraremos historias y leyendas de todo tipo.

No podemos marcharnos de Sevilla sin dar un paseo a los pies del Guadalquivir. Antes o después, claro, debemos visitar y disfrutar del Parque de María Luisa, uno de los parques más grandes y más bonitos de España, que nos conducirá (si lo tomamos desde el río) directamente a la Plaza España, que no necesita presentación de ningún tipo. También en esta pequeña ruta que puede englobar estos tres elementos invertiremos unas cuantas horas.

Si todavía no hemos visto la Torre de Oro, porque no hemos querido detenernos en ese paseo ante el río, podemos encaminarnos ahora hasta ella. Es otro de los símbolos de la ciudad que merece la pena ver. El puente de Triana queda a apenas diez minutos a pie de ella y debemos cruzarlo para adentrarnos en otro de los lugares más emblemáticos de Sevilla, que seguramente estéis imaginando: el barrio de Triana. Un barrio muy pintoresco y con mucha historia, la cuna del flamenco y dueño de una identidad auténtica que solemos asociar a Sevilla en general. La vida cotidiana de los sevillanos está en Sevilla, y también todos los elementos que hacen que esta ciudad brille con luz propia. Este paseo es también obligatorio.

Todavía nos quedará tiempo para otro paseo, que puede ser improvisado pero que debe conducirnos hasta las llamadas Setas de Sevilla, pues en este lugar podremos disfrutar de un mirador perfecto que nos dejará con muy buen sabor de boca y con ganas de volver a la ciudad en cuanto tengamos oportunidad de hacerlo.