Siete pueblos de Castilla-La Mancha que no te puedes perder

Almagro, Ciudad Real

Este pequeño pueblo ciudadrealeño, destaca por su patrimonio histórico y artístico. En su arquitectura predominan edificaciones del siglo XVI y XVII, época que se ve representada por su inigualable Corral de Comedias. Es el único en España que se mantiene intacto hasta nuestros días, lejos de ser un mero monumento, cada verano acoge el Festival de Teatro Clásico de Almagro. En esta villa también se encuentra el museo del teatro, una universidad renacentista, y su hermosa plaza porticada, inspirada en las plazas flamencas del siglo XVII.

Valverde de los Arroyos, Guadalajara

Este pequeño municipio destaca por la belleza de su arquitectura negra, la cual se caracteriza por el uso de la pizarra. Cerca de este pueblo de tan solo 85 habitantes, se encuentran las chorreras de Despeñalagua, una cascada con una caída de más de ochenta metros de altura. No podremos irnos de Valverde de los Arroyos sin ver Majaelrayo, el capillo de las Ranas o el Campillejo.

Consuegra, Toledo

Este pueblo toledano es famoso por sus figuritas de mazapán. Sobre el cerro Calderico están alineados sus populares molinos de viento, aunque la mayoría datan del siglo XIX, hay alguno que se conserva desde el siglo XVI. En la batalla del castillo de la Consuegra murió Digo, el hijo del Cid Campeador. La plaza es el antiguo Foro Romano donde se reunía la población, en ella se encuentra el Ayuntamiento construido en el siglo XVII, y que responde al estilo renacentista. Cada verano se celebra una fiesta medieval en la que conmemoran la muerte del hijo del Cid.

Belmonte, Cuenca

En este pueblo manchego se encuentra el castillo donde, algunas leyendas dicen que, estuvo presa Juana “la Beltraneja”. El estilo de castillo es gótico-mudéjar, y data del siglo XV. Entre sus monumentos más insignes destacan la colegiata de Bartolomé, que también es gótica, el Antiguo Alcázar, y el hospital de San Andrés que se construyó en 1415. En la Plaza del Pilar se celebra la festividad de San Antón, preparando las gachas típicas. En el mes de agosto Belmonte acoge un torneo de lucha medieval a nivel europeo.

Tembleque, Toledo

En plena mancha toledana encontramos esta pequeña villa que destaca por su plaza mayor, que es de planta cuadrada y porticada con las columnas de granito. En la parte superior cuenta con un corredor, soportes y ornamentación realizados en madera siguiendo el estilo de las construcciones del siglo xvii. La Casa de las Torres, una casa-palacio construida en el siglo XVIII y responde a las líneas estilísticas del Barroco. De entre todos sus edificios religiosos, destacamos la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción del siglo XVI. Antes de abandonar esta villa, debemos probar sus exquisitos quesos, que además cuentan con premios, y reconocimiento internacional.

Alcalá de Júcar, Albacete

En un paisaje de roca caliza y el río Júcar, encontramos esta bella población de poco más de 1200 habitantes. Posiblemente, lo que más llame la atención de Alcalá de Júcar sea su plaza de toros, ya que es cóncava. Fue así construida para adaptarla a las necesidades del paisaje. El castillo de Alcalá de Júcar fue construido por los almohades entre los siglos XII y XIII. Desde el puente viejo se pueden disfrutar de unas magníficas vistas del río. Esta villa está declarada conjunto Histórico-Artístico.

Alcaraz, Albacete

Este pequeño pueblo albaceteño se asienta sobre las cuatro cuencas hidrográficas: Guadalquivir, Guadiana, Júcar y Segura. Esta singularidad se da en tan solo unas pocas poblaciones, y convierte a Alcaraz en uno de los puntos del divortium aquarum peninsulares. Su plaza mayor fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1945, y está considerada como una de las plazas más bellas de España. Su planta es un rectángulo irregular, con arcos en tres de sus lados, lo que se conoce como lonjas. Su estilo es renacentista y tiene una gran influencia italiana. En la plaza se encuentra el ayuntamiento, la iglesia de la Santísima Trinidad y la Torre del Tardón.