Siete visitas imprescindibles en Guadalupe (Cáceres)

Guadalupe fue condecorada con el título de “Primera Maravilla Rural 2017” y en este pueblo hay extraordinarios monumentos que vamos a enumerar.

Real Monasterio de Guadalupe

Fue construido en 1340 por Alfonso I de Castilla ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1993. Este monasterio fue testigo de momentos tan importantes de la historia como la audiencia por la que los Reyes Católicos concedieron las carabelas a Colón. Tiene elementos mudéjares, góticos, renacentistas y barrocos y en su interior conserva obras de gran valor. Es imprescindible ver la Iglesia de Nuestra Señora del siglo XV, El Camarín de la Virgen del siglo XVII, el Claustro Mudéjar, la Sala Capitular y la Capilla de San Jerónimo –con pinturas de Zurbarán-. También hay que visitar su museo con obras de Goya, el Greco, Pedro de Mena o Juan de Flandes.

Plaza de Santa María de Guadalupe

Está ubicada frente al Real Monasterio de Guadalupe, también se ha declarado patrimonio de la Humanidad en 1993. En el centro de la plaza se encuentra una fuente que fue pila bautismal, en el interior de la basílica, y en ella se bautizaron dos indios que Colón trajo de América.

Hospital de San Juan Bautista

Es de estilo gótico mudéjar. Aquí se desarrolló la Escuela de Medicina por la que el Monasterio obtuvo un indulto apostólico que facultaba a sus monjes al estudio, enseñanza y práctica de la medicina y cirugía, siempre que fuera gratuitamente. Se cree que en este Hospital se realizaron las primeras autopsias autorizadas por la Santa Sede.

Plazuela y Fuente de los Tres Chorros

Tiene una gran significación urbana, en torno a ella y a su plazuela se articula la trama arquitectónica de la población. Es una fuente que data del siglo XV y está conectada a la red de suministro del agua, pero en la antigüedad lo estuvo a la red de fuentes del Arca del Agua.

Galería Mudéjar

Es una galería porticada de estilo mudéjar construida en el siglo XV. Dentro de ella se encuentra la Casa de la Buena Cristiana, donde vivió una mora llamada Fátima, convertida al cristianismo tras liberarse de su cautiverio en Tánger.

Casas Porticadas

Son un pintoresco conjunto de casas tradicionales de dos plantas, construidas sobre viguería de madera de castaño. Estos soportales se encuentran en las calles y plazuelas inmediatas a la puerta de entrada y su origen se relaciona con la protección de la actividad comercial. También servían como cobijo y hospitalidad para los cientos de peregrinos que visitaban Guadalupe.

Arco de Sevilla

Es una de las puertas interiores de la muralla que cerraban el primer cinturón defensivo del Monasterio. Fue construido en el siglo XVI, por motivos de seguridad, dada la cantidad de peregrinos que entraban a la ciudad y las aglomeraciones de gente por la actividad comercial. Es una de las estampas más características de Guadalupe y en la calle Sevilla es el epicentro comercial de la ciudad, lugar para encontrar compras interesantes y típicas.

Después de visitar Guadalupe podemos darnos un homenaje gastronómico: uno de los mejores jamones ibéricos se dan en Extremadura, los guisos condimentados con el pimentón de la Vera, las cerezas del Jerte y es imprescindible degustar en Guadalupe su típica morcilla –de cerdo y berza-. Guadalupe es un homenaje al paladar y a la vista.