Todo lo que debes saber de la alcazaba de Antequera

Antequera no es de las ciudades más turísticas de Málaga y, si hay quien la conoce, es sobre todo por su Torcal. Sin embargo, más allá de esa peculiar montaña de bonitas piedras kársticas Antequera tiene más por descubrir. Por ejemplo, su alcazaba. Esto es todo lo que tienes que saber sobre ella.

Los orígenes de la alcazaba de Antequera no están claros, aunque se piensa que es de época musulmana y que los materiales que se usaron para su construcción son de la época de los romanos. El año exacto en que se levantó, sin embargo, se desconoce. Aunque cabe apuntar que se han encontrado escritos que hablan de ella y que datan del siglo XI.

Fue en el año 1410 cuando la alcazaba y la ciudad en general cayeron en manos de los cristianos. Concretamente, durante la Toma de Antequera. Pero como decíamos, la alcazaba de Antequera, también conocida como castillo o fortaleza de Papabellotas, pertenece a la Antequera musulmana.

Declarada Bien de Interés Cultural en el año 1985, la alcazaba de Antequera cuenta con tres torres: la torre del Homenaje, la torre Blanca y la torre Torcida. Aunque cabe apuntar que la última no tiene tanta relevancia.

La primera de ellas es la más ancha de entre las torres musulmanas de Andalucía, sólo por detrás de la Calahorra de Gibraltar. Se la conoce también como Reloj de Papabellotas y cuenta con un templete campanario que se construyó sobre ella en el año 1582.

La segunda de las torres, la torre Blanca, está unida a la del Homenaje a través de las murallas. De ella debes saber que está situada en el anillo de medina que se levantó para proteger a los musulmanes expulsados durante la conquista castellana. Y que su mayor atractivo son sus bóvedas de ladrillo.

Además, es importante conocer que toda esa zona y hasta la plaza de los Escribanos y la de Santa María, hoy en día está repleta de jardines. Algo que siempre aporta belleza y encanto a los lugares y que invita a pasear por ellos tranquilamente.

Por supuesto, la alcazaba de Antequera se puede visitar en un recorrido que dura aproximadamente una hora y media. Para hacerlo debes abonar el importe de la entrada, que no es gratuita, pero que te da acceso también a la Real Colegiata de Santa María.