SALAMANCA
Torre del Aire: historia, datos curiosos y dónde puedes encontrarla
Es el momento de conocer dónde se encuentra la Torre del Aire, cuál es su historia y, sobre todo, en qué lugar puedes encontrarla.
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Si hay algo que caracteriza a la ciudad de Salamanca es que, si decides pasear por el casco antiguo, tienes la oportunidad de dejarte sorprender por todas y cada una de sus edificaciones y monumentos. Todos ellos cuentan con una historia verdaderamente sorprendente y espectacular.
Un claro ejemplo lo encontramos en la conocida como Torre del Aire o Palacio de Fermoselle, declarado Bien de Interés Cultural en octubre de 1979. Debemos tener en cuenta que, en la antigüedad, era conocido como Palacio de las Cuatro Torres. Este nombre se le dio porque, en un momento determinado, perteneció al conocido Barón de las Cuatro Torres.
Para conocer sus orígenes debemos viajar hasta 1440, año en que este Palacio fue construido por los señores de Fermoselle y de Santa María del Campo. Con esa sorprendente torre querían defender su casa pero, sobre todo, dejar evidente su estatus social y económico.
En el siglo XV había muchas luchas entre nobles. De ahí que en el Torreón del Palacio de los Fermoselle estuviese en el conocido como Bando de Santo Tomé. Varios historiadores aseguran que esta edificación podría haber tenido otros tres torreones pero que, por amenaza de ruina, fueron derribados a finales del siglo XVII.
Posteriormente, a lo largo de la historia, esta edificación ha sido protagonista por los diversos usos que se le ha dado. Llegó a ser la sede de una fábrica de paños que se fundó en septiembre de 1727. Por aquel entonces, este Palacio era propiedad del marqués de la Liseda.
Años más tarde, concretamente en 1818, fue sede provisional de los colegiales irlandeses. Después, pasó a manos de una comunidad religiosa por lo que se convirtió en una residencia. Es una función que, a día de hoy, sigue desempeñado tras haber sido restaurado en diversas ocasiones y, además, ampliado.
Tanto la Torre como el caserón son de planta rectangular, con dos fachadas. La que más interés genera es la que da a la Plaza de Santa Eulalia. Ahí se encuentra la entrada, donde vemos una puerta con arco de dovelones. En una de las últimas restauraciones que se llevaron a cabo aparecieron diversos relieves con labores de claraboya. La fachada que da la Gran Vía de Salamanca es la que concentra mucho más interés, a pesar de estar elaborada en sillarejo.En esta edificación llaman la atención sus ventanas, sobre todo en la Torre del Aire. El mirador superior está perfectamente cubierto por un tejadillo a cuatro aguas, que es consecuencia de las intervenciones que se realizaron con posterioridad. Esta Torre es considerada como una de las más esbeltas de Salamanca, así como el Palacio. Se trata de un conjunto que no deja indiferente a nadie. Es más, nos traslada de lleno a esa antigua ciudad que estaba perfectamente dominada por miradores abiertos en los puntos más altos.
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