Torres de Serranos: ¿cuál es el verdadero origen de su curioso nombre?

Valencia, poco a poco y con el paso del tiempo, se ha convertido en una de las ciudades que más turistas recibe, año tras año. Esto no es producto de la casualidad, ya que no solamente llama poderosamente la atención por su cultura y sus gentes, sino también por su imponente historia.

Pasear por Valencia es un auténtico regalo. En todos los sentidos. Muchos son los monumentos y edificaciones que logran dejarnos sin palabras. Un claro ejemplo lo encontramos en las conocidas como Torres de Serranos. Se trata de nada más y nada menos que una de las dos puertas fortificadas de la muralla medieval de la ciudad que aún continúan en pie.

También conocida como Puerta de Serranos, en ella encontramos dos torres poligonales que están perfectamente unidas por un cuerpo central. Desde ahí se abre la puerta, que tiene forma de arco de medio punto. Tal es su belleza, que en el año 1931 fue declarada Bien de Interés Cultural.

¿Cuál es el verdadero origen del nombre de las Torres de Serranos?

Como suele ocurrir en este tipo de casos, hay muchas teorías al respecto. La más conocida tiene una estrecha relación con el lugar en el que están situadas las Torres, es decir, en la zona noroeste del casco antiguo. Se trataba de la entrada que comunicaba, a la perfección, los caminos que se dirigían a la comarca de Los Serranos. Otra de las teorías más conocidas tiene vinculación con una de las familias más conocidas de la zona, que habitaba justo en esa calle.

Las Torres de Serrano, a través de su historia

Los jurados de Valencia no dudaron un solo segundo en encargar a Pere Balaguer la construcción de estas torres. Éste no tardó en inspirarse en las sorprendentes torres y puertas góticas que podemos encontrar en la Puerta Real del Monasterio de Poblet. Otra clara inspiración la encontramos en la Puerta de San Miguel de Morella.

Las obras de las Torres de Serranos comenzaron en abril de 1392, sobre los restos de un antiguo pórtico. Cuando estaban por terminarse las obras, allá por 1397, se tomó la decisión de mejorar el acceso a la planta noble de estas Torres. Por ese mismo motivo, se proyectó la imponente escalinata de piedra que hizo aún más sorprendente esta edificación.

Las obras finalizaron en marzo de 1398. Durante muchos años, las Torres se utilizaron como defensa ante cualquier ataque a la ciudad de Valencia. A pesar de todo, generalmente eran utilizadas para realizar ceremonias oficiales con embajadores o reyes. En la antigüedad se consideraba que las Torres de Serranos era la entrada a la ciudad, algo que se sigue teniendo presente en la actualidad.

Pero ese no fue el único uso que tuvieron estas Torres. Y es que en 1586, coincidiendo con el terrible incendio que sufrió Valencia, esta construcción pasó a ser una prisión de caballeros y nobles. Esto tuvo lugar hasta que, tiempo después, esos presos se pudieron trasladar al convento de San Agustín.

Por si fuera poco, durante la Guerra Civil Española, estas Torres de Serranos se convirtieron en depósito de numerosas obras del Museo del Prado que fueron evacuadas. De ahí que, en diciembre de 1936, se tomara la decisión de construir una bóveda de hormigón armado de unos 90 centímetros de grosor.

En la actualidad, las Torres de Serrano se pueden visitar y hasta subir a la parte más alta. Desde ese mismo punto podrás encontrar una de las vistas más impresionantes de la ciudad de Valencia. Lo cierto es que, a día de hoy, continúa siendo todo un emblema de la capital de la Comunidad Valenciana.

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