Q'ESWACHAKA
¿Te atreves a cruzar el último puente inca de Perú?
El puente colgante Q'eswachaka ha sido puesto a punto por comunidades indígenas y declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
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El puente colgante Q'eswachaka es un puente efímero que se renueva cada año según manda la tradición inca (de ahí que haya sido considerado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, no se trata tanto de proteger el puente en sí cuya vida es de un año sino la tradición según la cual se renueva cada año); se trata de una construcción artesanal que se lleva a cabo durante tres días y que empieza siempre con el corte del puente colgante construido el año anterior.
Lo primero que debes saber es que la importancia de este puente en su día era notable pues formaba parte de un complejo sistema vial de caminos en el Tahuantinsuyo llamado Qhapaq Ñan, unos caminos que unían los territorios incas que forman hoy parte de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina.
La construcción del puente colgante Q'eswachaka es todo un espectáculo y es que hablamos de construir artesanalmente, tanto en lo que a los materiales se refiere como al proceso de construcción en sí, un puente colgante de 28 metros de largo y 1,20 metros de grosor que cruza el Río Apuríac, a 3000 metros sobre el nivel del mar. ¿Quién se ocupa de la construcción? Son varias comunidades indígenas de Cusco quienes lo hacen (los Huinchiri, los Chaupibanda, los Choccayhua y los Ccollana) y en la costrucción participan más de mil personas pero quienes atesoran el saber ancestral según el cuál se teje el puente son los Chakaruwaq.
La construcción del puente se hace con materiales y métodos 100% naturales y según lo hacían los antiguos incas: se recogen las fibras que se van a utilizar y se ponen a secar al sol, se aplana con rocas y una vez el material está bien estirado y templado cmienzan a tejerse las cuerdas con las que se se construirá el puente; se teje desde ambos lados del río y los tejedores de uno y otro lado se encuentran en el centro del puente para terminar su obra, un puente colgante ancestral que representa una antiquísima tradición inca.
El sacerdote andino Cayetano Canahuir brinda ofrendas a la Pachamama y a los Apus durante la construcción de este puente colgante para pedir protección y prosperidad para los pobladores indígenas del antiguo Imperio Inca y, una vez se completa su construcción, llega el momento de la fiesta, el cuarto día es de celebración y bailes para las comunidades incas que han participado en la construcción del puente.
Y ahora que conoces la historia de este puente colgante, efímero e inca, el Q'eswachaka, ¿te atreves a cruzarlo? Está en el distrito Quehue y quienes lo cruzan descubren la orografía de los Antes como no la hemos visto nunca antes, las vistas que se disfrutan desde el centro del puente son todo un espectáculo.
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