Gigantes en el mar
Las ballenas saltarinas se dejan ver en México
Dicen que una vida plena consiste en plantar un árbol, escribir un libro, tener un hijo, subir algo a instagram… pero falta una cosa para llegar a ser feliz del todo: avistar ballenas. Y ahora justo se dejan ver en Puerto Vallarta.
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Al menos una vez en la vida merece la pena deleitarse la vista con las enormes ballenas jorobadas (a las que llaman yubarta), una de las especies más grandes del mundo que deambulan por Puerto Vallarta (Mésico, estado de Jalisco) desde las gélidas aguas del Norte del continente en el mes de diciembre, y ahí se quedan durante todo el invierno.
Encontrarse cara a cara con estos animales es toda una experiencia. Sus dimensiones pantagruélicas no ocultan su sensibilidad y su inteligencias. Además, poseen una movilidad brutal que se percibe en los enormes saltos acrobáticos a lo largo y ancho de la bahía de Banderas.
Estos mamíferos viajan por todos los océanos y mares del mundo, y habitualmente migran hasta 25 mil kilómetros cada año. La ballena jorobada vive durante el verano en las regiones polares y viaja a aguas tropicales, como las costas de Jalisco, entre los meses de diciembre a marzo, para llevar a cabo su ritual de reproducción en ciertos selectos lugares, como la bahía de Banderas que comparten Puerto Vallarta y la Riviera Nayarit.
Y es ahí, durante su estancia en las aguas de la bahía, donde estos cetáceos son vistos en sus rituales de apareamiento y dando grandes saltos en el agua. Aquel afortunado que tiene la oportunidad de observarlas se lleva un recuerdo inolvidable y seguramente algunas fotografías de uno de los animales más grandes del planeta.
En el recorrido del avistamiento, los visitantes son testigos del canto de las ballenas, sus saltos, aleteos, coletazos y juegos con sus crías, lo que se convierte en una experiencia única e inolvidable.
Las ballenas jorobadas vienen a México para dar a luz a sus crías y entrenarlas para la dura vida marítima, y las que no están preñadas viajan para aparearse. Y en las aguas de la bahía de Puerto Vallarta encuentran un clima idóneo para que sus ballenatos nazcan y crezcan fuertes antes de regresar hacia el norte del continente, donde se enfrentan a las inclemencias del tiempo y a depredadores naturales como las orcas.
Gracias a la fotoidentificación, en años anteriores se ha contabilizado una población cercana a las 300 ballenas. A partir de diciembre es obligatorio visitar Puerto Vallarta y realizar una salida a navegar las aguas de la bahía de Banderas, ya que, casi seguro, en cualquier momento una yuraba pueda salir a saludar con un enorme salto dejando un momento especial e imborrable para quienes la observan.
Los recorridos guiados de avistamiento de ballenas comienzan el 10 de diciembre y terminan a finales de marzo. Se realizan a bordo de embarcaciones diseñadas para observarlas desde lanchas pequeñas hasta embarcaciones mayores con alimentos y bebidas incluidas. Los recorridos duran aproximadamente de cuatro a seis horas.
En cuanto se haya cansado (nunca) de ver a las ballenas, merece la pena darse un garbeo por Puerto Vallarta, con sus playas vírgenes, su clima soleado todo el año y las peculiaridades de su cultura (y gastronomía). También puede practicar el surf, el kitesurf, jugar al golf (existen un puñado de campos), deportes de aventura como la tirolina o la caída libre, observar la liberación de las tortugas. En fin, muchas y buenas cosas para disfrutar.
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