El desierto de Brasil que se llena de lagunas naturales y que no parece real

Más allá de su famoso Carnaval o de Río de Janeiro, Brasil es un país que tiene lugares maravillosos y espectaculares que tienes que visitar y por eso hoy os traemos un lugar en este precioso país que no creeréis que existe.

Pensar en desierto y agua en un mismo lugar resulta extraño, pero hay un sitio en el que ambos conviven durante buena parte del año. Hablamos del Parque Nacional de los Lençóis Maranhenses, un sitio de conservación de la naturaleza brasileña declarado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Se encuentra en el nordeste de la región de Maranhão, al norte de Brasil, y cuenta con unas 90.000 hectáreas desérticas en una superficie total de más de 156.000 hectáreas.

El clima de la zona hace que haya dos temporadas, la primera, que abarca de enero a julio es la estación de lluvias, y el resto del año es la estación seca. Durante la estación de lluvias, los valles entre dunas recogen el agua de las precipitaciones, creando un paisaje hipnótico de lagunas de agua dulce entre enormes dunas de arena blanca. Además, en el parque se encuentra el nacimiento del río Preguiças, que durante unos 120 kilómetros divide el parque en dos hasta su desembocadura en el Atlántico.

Este único paisaje desaparece progresivamente durante la estación seca, cuando el agua de los lagos se va evaporando o filtrando en la arena. Debido a su curiosa situación, el parque de los Lençóis Maranhenses es hogar de muchas especies tanto de plantas como de animales.

Los Lençóis Maranhenses es una zona muy afectada por el turismo, pero si se respeta la zona se puede visitar e incluso bañarse en las lagunas. La mejor época para conocer este irreal lugar es entre enero y junio, cuando las lagunas se llenan y las temperaturas son agradables.

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