Las mejores pirámides del mundo

Muy posiblemente te hayas preguntado en alguna ocasión cómo es posible que el ser humano haya sido capaz de levantar monumentos tan espectaculares como las pirámides. Y es que somos incapaces de entender cómo es posible que hace tantos años pudiesen subir piedras, una encima de la otra, hasta llegar a esas alturas. ¡Si no podemos hacerlo ni ahora! Hay quienes dicen que hay algo divino que conectó al hombre con la tierra. Otros, simplemente, no encuentran explicación lógica. Y por eso hoy en día las pirámides siguen siendo tan enigmáticas. Pero lo cierto es que con más o con menos información sobre ellas, estos monumentos están repartidos por todo el planeta.

Es por eso que en este artículo hemos decidido hacer una lista de las más grandes o de las más bellas. De aquellas pirámides que destacan por alguna razón, sea cual sea. Prepara el boli y apunta las que no te puedes perder.

Pirámide de Cholula, México

Puede ser que a simple vista de parezca solamente una iglesia. Pero si te fijas, descubrirás allí mismo un conjunto arquitectónico maravilloso en forma de pirámide. Es de grandes dimensiones y como en cualquier otro caso está formado por capas superpuestas. Eso sí, está un poco cubierto de hierba y por eso puede resultar complicado observarlo bien.

Tikal, Guatemala

Al norte de Guatemala encontramos Tikal, un yacimiento arqueológico maya que fue declarado Patrimonio de la UNESCO en el año 1979. Paseando por la selva descubrirás muchísimos lugares fascinantes de lo que en su momento fue la ciudad maya más poblada del planeta.

Gran Pirámide de Giza, Egipto

Por supuesto en la lista no podía faltar la Gran Pirámide de Giza, la más antigua de las maravillas del mundo y el mayor tesoro de Egipto. Es la pirámide más grande que podemos encontrar en ese país y se ha convertido en todo un símbolo del lugar. Es, sencillamente, bella y espectacular.

Palenque, México

Volvemos a México porque en ese país centroamericano hay muchísimos monumentos arqueológicos de este tipo. Construida entre los siglos VI y IX, para algunos está considerado el mejor ejemplo de la arquitectura maya, puesto que se puede destacar de él su elegancia. Allí se combinan la oscuridad de su recuerdo –tenía función funeraria– con la luz, la magia y los sonidos de la selva.