Los monumentos más conocidos de Europa

Cuando viajamos a una ciudad rara vez lo hacemos sin llevar una idea previa de lo que vamos a visitar. Nos informamos de todos los lugares bonitos, históricos y en definitiva interesantes que hay allí y los añadimos a nuestro itinerario. Pero casi todas las ciudades más importantes tienen un símbolo o monumento representativo del que todo el mundo ha escuchado hablar millones de veces. Un lugar sin el que ya no podríamos concebir esa ciudad.

De esos lugares que aparecen en todas las guías de viaje y que todos conocemos es de los que vamos a hablar en las siguientes líneas. De los que asociamos a un lugar nada más escuchar su nombre. Porque sí, todos sabemos de su existencia, pero seguramente sean pocos los datos que conocemos de ellos y nunca está de más aprender un poco más. ¿Preparados?

Big Ben, Londres

Muchos piensan que este es el nombre de la torre más famosa de Londres, pero en realidad no es así. El Big Ben es solamente el gran reloj que hay en lo alto de una torre del Palacio de Westminster. Su belleza y simbolismo son tales que se ha convertido en uno de los rincones más fotografiados de la ciudad, si no el que más.

Partenón, Atenas

Entre los años 447 y 438 a.C. se levantó este edificio dentro de la Acrópolis de Atenas en honor a la diosa Atenea Parthenos. Hoy en día es no solamente el templo más importante de Atenas sino que es seguramente el de mayor significado en toda Grecia.

Torre Eiffel, París

En un inicio fue llamada "torre de los 300 metros" dada su altura, aunque más tarde se le puso una antena que la levantó hasta los 324 metros de altitud. Eso sí, su tamaño varía unos centímetros según la época del año. Es el símbolo de Francia y algunas estadísticas lo sitúan como el monumento de visita de pago más visitado a nivel mundial.

Sagrada Familia, Barcelona

La Sagrada Familia es sin duda el icono de Barcelona y la mayor y más impresionante obra del arquitecto catalán Antoni Gaudí. Sus dimensiones, sus formas innovadoras, sus colores y su simbolismo la convierten en un lugar mágico incluso aunque no se encuentre terminada.

Coliseo, Roma

Los romanos construyeron este monumento en el siglo I d.C. para acoger las luchas de gladiadores tan importantes en esa época. Hoy en día es el lugar más representativo de Roma y cada día lo visitan muchísimas personas para revivir un poco su historia.

Atomium, Bruselas

Esta estructura de hierro se construyó para la Exposición General de Bruselas de 1958. Tiene más de 100 metros de altitud y representa a un átomo aumentado 165 mil millones de veces. En su interior hay varios museos y un mirador.

Puerta de Brandenburgo, Berlín

Este monumento no es un arco del triunfo como algunos piensan sino que se trata de una antigua puerta de entrada al "nuevo Berlín" de la época. Hoy es símbolo de la Alemania reunificada.

Torre de Pisa, Pisa

La construcción de esta torre que forma parte de la catedral de Pisa se comenzó en 1173. A diferencia de lo que algunos puedan pensar, no se construyó torcida sino que esto es por culpa de sus cimientos y del suelo que poco a poco ha ido cediendo.