Maravillas colgantes
Puentes que atraviesan el tiempo y el espacio
No son sólo una manera de cruzar un río, el mar o un abismo. Algunos puentes son ya de por sí auténticas obras de arte, pero además están enclavados en lugares impresionantes. Construcciones tan bellas como históricas.
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Moon Bridge, Taipei, Taiwán. Anteriormente, la isla de Taiwán fue conocida como la Isla Hermosa porque tiene rincones de una misteriosa belleza. Con más de doscientas montañas de más de 3.000 metros de altura, una geología y una topografía únicas, impresionantes paisajes, pintorescos lugares costeros y multitud de templos y santuarios, es uno de los parajes más seductores del planeta. Este puente en concreto está en el interior de un parque situado justo al lado de su corazón industrial, en el distrito de Neihyu, en el norte de Taipéi, y es uno de sus mayores atractivos. Si te animas a visitar este puente consulta el calendario lunar. Si hay un momento mágico para visitarlo es cuando hay luna llena. Por algo será que le han bautizado con este nombre.
Puente de Rialto, Venecia, Italia. Si hay un lugar en donde vive la belleza, ese es sin duda Venecia. Cualquier rincón es pintoresco, distinto y único. Los visitantes se agolpan en los alrededores del Gran Canal, el cual cruzan cuatro puentes. El más antiguo de ellos es el Rialto, construido en 1591 por el arquitecto Antonio Da Ponte. Hasta entonces ambas orillas del canal estaban unidas por puentes de madera y hacia 1503 de decidió construir uno de piedra que ofreciese seguridad y resistencia. Da Ponte ganó el concurso, al que se presentaron arquitectos famosos, como el mismísimo Miguel Ángel, con un diseño audaz para la época, con un único arco con dos rampas inclinadas que se cruzan en un pórtico central. Aunque muchos predijeron su hundimiento, ahí sigue como símbolo de la ciudad.
Puentes del Valle Yosemite, California, Estados Unidos. En realidad se trata de una serie de puentes, ocho en total, que cruzan el río Merced, situado en el Parque Nacional Yosemite. Cinco de ellos datan de 1928, el más antiguo de 1922, otro de 1929 y el más “moderno” de 1933. Todos son muy similares, construidos sobre una estructura de hormigón con piedra local y una configuración de arco elíptico o de tres centros. Hay una gran uniformidad entre ellos y encajan perfectamente en el estilo rústico del parque. Combinan su belleza con el espectacular paisaje que los rodea.
Puente Nuevo, Ronda, Málaga, España. Es, junto a su plaza de toros, la de la Real Orden de Caballería de Ronda, el orgullo de esta ciudad malagueña. Construido entre 1751 y 1753, une la parte histórica con la moderna de la ciudad salvando una altura de más de cien metros conocida como el Tajo de Ronda, una garganta excavada por el río Guadalevín. Realizado en sillería de piedra, tiene un arco central que se apoya en otro más pequeño por el que pasa el cauce de agua. En su parte más alta hay unas dependencias que en su día se utilizaron como cárcel y a ambos lados hay otros dos arcos que sustentan la carretera que lo recorre.
Kapellbrücke, Lucerna, Suiza. Es, junto al monte Cervino, una de las mayores atracciones turísticas de esta ciudad helvética. Un puente peatonal de madera construido en 1333 que atraviesa el río Reuss. Es el puente de madera más antiguo de Europa y el segundo más largo, con casi 205 metros, aunque inicialmente medía unos 75 metros más, pero un incendio destruyó una parte que en 1835 fue eliminada y la orilla “acercada”, mediante una técnica de relleno. Su techado contiene más de cien espacios en los que lucen unas pinturas que relatan la historia de la ciudad de Lucerna.
Puente Gaztelugatxe, Bermeo, Vizcaya, País Vasco, España. El Cantábrico es así, un escultor genial. Gaztelugatxe es un agreste islote tallado por la bravura del mar que está unido al continente por un precioso puente de dos arcos. Un espectacular acceso por un camino estrecho que parte de tierra firme y llega hasta la roca por un puente de piedra. Un recorrido único para llegar a un peñón que en 2014 recibió el premio que lo acreditaba como ganador del concurso de las Siete Maravillas Naturales de España.
Puente de las Cadenas, Budapest, Hungría. La capital húngara está formada por dos ciudades: Buda y Pest, separadas entre sí por el río Danubio. El puente más antiguo que las une es el llamado Puente de las Cadenas, un puente colgante de 202 metros, cuyas obras se iniciaron en 1839 y que fue inaugurado el 20 de noviembre de 1849. Hasta entonces la comunicación entre las dos orillas se realizaba a través de un transbordador, hoy en día, con los recios eslabones de sus cadenas, es todo un símbolo de Budapest.
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