Un alojamiento único en mar abierto

No son pocos, a los que cuando llegan las vacaciones, lo que de verdad les gustaría es perderse en una isla desierta. Y si nunca llegan a hacerlo es porque en realidad, lo que a uno le gustaría es perderse pero con todo tipo de comodidades. Solo que ahora, esto si que es posible hacerlo en Noruega.

Litløy Fyr una de esas experiencias inolvidables, es estar en tu propia isla en pleno Atlántico. Es disfrutar a tu aire de un lugar donde simplemente hay que estar y dejarse llevar. Un lugar en el que verdaderamente perderse por unos días y relajarse lejos de todo y de todos. Y lo haremos alojados en un espacio singular, en un faro.

Una vez, dos fareros y sus familias vivieron aquí, aunque más tarde se instaló una luz solar que da un flash blanco cada 10 segundos. La antigua torre octogonal del faro, es hoy una terraza desde la que disfrutar de una vista de 360 grados sobre el mar y las montañas a 55 metros de altura, y en la antigua casa de los fareros hay dos habitaciones dobles disponibles, además de una biblioteca y un baño de invitados.

Un alojamiento singular que incluye todas las comidas, té, café y dulces por la tarde.

Wifi gratuita, y una visita guiada al antiguo faro. Además hay un servicio de traslado en barco disponible y también un aparcamiento gratuito cerca del puerto para que puedas dejar tu coche mientras disfrutas de tu isla privada. Y todo por un precio de 495 euros la noche por persona con una estancia mínima de dos o tres noches.

Llegar a la isla es una aventura en sí, ya que solo se puede en barco navegando a mar abierto. Cuando el tiempo es bueno, el viaje dura unos 15 minutos desde el puerto continental más cercano en Bø, aunque se puede tardar un poco más cuando el mar esta picado. Y una vez en la isla hay que subir 300 escalones hasta el faro, algo menos hasta la casa de los fareros.

Litløy Fyr se encuentra en medio del mar, más allá del Círculo Polar Ártico, por lo que el clima suele ser cambiante y tempestuoso. Las condiciones a veces son adversas y frías, así que aunque decidas viajar hasta allí en verano ve preparado y lleva ropa de abrigo. Las tormentas también se pueden presentar en cualquier momento aunque suelen ser más frecuentes durante el invierno.

Tanto el faro como la isla son un valioso patrimonio cultural de la costa Noruega, y aunque hoy ya no hay fareros, este lugar tan mágico tiene mucho que ofrecer. La isla de Litløya en el municipio de Bø, solo para ti, eso sí, hay que viajar al norte de Noruega, al archipiélago de Vesterålen, el que domina las islas cercanas de Lofoten. Más información: 5c3e1c967ed1a8a6f4b1fbe0|||https://fotografias.lasexta.com/clipping/cmsimages01/2019/01/15/23B84EAB-4426-47A3-B9E7-03112CED2884/30.jpg

Y aunque vayas a estar algo aislado, no por ello hay que dejar de hacer cosas. De hecho, esta es una tierra de aventuras. En verano vamos a disfrutar del calor del sol de medianoche y podemos bañarnos en el maro simplemente pasear mientras disfrutamos del olor del brezo que cubre la isla.

Podemos caminar a lo largo de la ruta cultural de la isla en la que vamos a ver restos de su pasado. Además puedes visitar la cueva de 40 metros de profundidad, que tiene unos 100.000 años de antigüedad. Y si te vas a quedar unos días puedes subir a la cumbre de la isla vecina Gaukværøy. Todo un plan para cualquier época del año.

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