Visita la montaña arco iris de Perú

Conocida popularmente como ‘la montaña de los 7 colores’ y con una altitud de 6.372 metros sobre el nivel del mar, deja sin aliento a cualquiera, tanto por su belleza como por su inmenso tamaño. Se encuentra en la sierra de Vilcanota en la cordillera de los Andes y tan solo a unos 100 kilómetros de la ciudad de Cusco. El nombre quechua de esta montaña tan especial es Awsankati.

Este único y espectacular coloreado es completamente natural y está causado por la deposición de sedimentos. ¿Cómo surgen estos colores? Gracias a las cuatro características geológicas predominantes: La elevación andina formada por granitos; los glaciares colgantes y los valles erosivos glaciales; la formación del Permiano con sus colores característicos, el rojo, ocre y turquesa; finalmente, el Cretácico, bosques de piedra caliza. Con el paso del tiempo estos minerales oxidados han dejado en estas montañas un cromatismo digno del arco iris.

La ruta que se hace por la montaña del Ausangate es considerada como turismo de aventura, pues en su recorrido hay formaciones rocosas que pueden alcanzar alturas de cinco mil metros y están recubiertas por lenguas de hielo. ¿Quién no se lanzaría a la aventura con tal recompensa?

Un producto así de la naturaleza de tal belleza no puede escapar de creencias religiosas ni convenciones sagradas. Cada año se celebra el festival Quyllur Rit'i (en quechua significa "nieve estelar"), que atrae a miles de peregrinos quechuas al Señor de Quyllur Rit'i en el templo de Sinakara. Tiene lugar una semana antes de la fiesta de Corpus Christi.

Según la mitología inca, de esta montaña y de los lagos cercanos nace la virilidad del hombre que fertiliza a la madre tierra, o Pachamama. Y de los lagos discurre el agua que cada noche llena los lagos y glaciares, y que se convierte en un río de estrellas o Willkamayu, como lo conocen ellos y que para occidente es la Vía Láctea.

Otro pequeño tesoro que alberga Ausangate es la comunidad de Chillca formada por pastores de llamas y alpacas, y también se los conoce como la guardiana de este territorio. Lo que les hace aún más especiales es que constituyen una de las pocas sociedades pastoralistas que quedan en el mundo.

Cada año, muchos son los viajeros y aventureros que se sumergen en este mar de colores y se pierde por las faldas de la montaña. ¿Por qué no ser el siguiente?

Seguro que te interesa

Cinco maravillas arqueológicas de Perú más allá de Machu Picchu

5 experiencias extremas en Perú para amantes del riesgo