PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
Alcalá de Henares, un paseo por la ciudad de las tres culturas
El conjunto monumental de Alcalá de Henares está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que la define como la "comunidad urbana ideal" que guarda tesoros de la cultura cristiana, judía y musulmana que se pueden recorrer en diferentes rutas.
Alcalá de Henares es Patrimonio de la Humanidad por muchos motivos: destacan su rica gastronomía; sus personajes ilustres de la literatura de la talla de Lope de Vega, Quevedo o Cervantes; y, sobre todo, por acoger diferentes culturas a lo largo de sus siglos de historia.
Para remontarnos a los orígenes de Alcalá tenemos que trasladarnos a Complutum, un asentamiento que tuvo un gran desarrollo en la época del imperio romano. Actualmente, las ruinas pueden visitarse en el Yacimiento Arqueológico Casa de Hyppolitus.
Más tarde, cristianos, judíos y musulmanes convivieron pacíficamente en la ciudad complutense durante siglos. Alrededor de la antigua iglesia de San Justo y Pastor, actual Catedral Magistral, se fue conformando una ciudad con tres barrios diferenciados aunque no estancos.
Hoy puedes disfrutar de un recorrido por las calles y plazas, templos, antiguos mercados y otros lugares emblemáticos del casco histórico de la ciudad que componían el burgo medieval entre cristianos, judíos y musulmanes en la "Ruta de las tres culturas".
La judería alcalaína
Multitud de bares, comercios, animación… La Calle Mayor de Alcalá de Henares es una de las zonas más concurridas, con más vida y actividad de la ciudad. Este rasgo no es algo actual, sino que se mantiene desde la Edad Media cuando los judíos habitaban esta zona.
La Calle Mayor es la calle con soportales a ambos lados más larga que se conserva en España y la segunda de Europa . Los judíos de la aljama aprovechaban los soportales para mantener operativas sus tiendas hasta en los días lluviosos.
Sus negocios estaban situados en la planta baja, de acceso desde la calle, y sus viviendas se encontraban en la planta superior con una galería que comunicaba a los habitantes de los distintos hogares hebreos sin tener que descender a la vía pública.
La judería contaba con dos sinagogas, sus propias tiendas donde destacan las carnicerías y un postigo o puerta en la muralla de acceso a la ciudad. La aljama ocupaba la actual calle Santiago, calle Escritorios, la calle Mayor y la plaza de los Santos Niños. ¡Sigue su ruta!
La Alcalá cristiana
El barrio cristiano, situado al sur y al oeste de la actual catedral Magistral, era un enjambre de iglesias y conventos donde destacaba el castillo, la muralla y la residencia de los arzobispos y la posterior Corte Real.
Una de las joyas más preciadas de la ciudad cristiana es el Palacio Arzobispal. Primero fue una fortaleza mudéjar mandada a construir en 1209 para servir como residencia temporal de los arzobispos. En 1485, cuando la Corte Real de los Reyes Católicos estaba instalada en dicho palacio, nació Catalina de Aragón, la última hija de los monarcas.
Otro de los emblemas de la villa complutense es la Universidad que fundó el Cardenal Cisneros en 1499. Probablemente sea el edificio más representativo de la ciudad hasta el día de hoy.
El complejo de la Universidad Cisneriana cuenta con maravillas como la Fachada del Colegio Mayor de San Ildefonso, el Paraninfo Universitario, donde el rey de España entrega cada año el Premio Cervantes, el Patio de Santo Tomás de Villanueva o el Patio de los Filósofos.
Disfruta recorriendo cada rincón, descubriendo otros lugares llenos de encanto como la antigua Mancebía o el hospital medieval de Santa María la Rica.
La villa musulmana
Lejos de conflictos o enfrentamientos en su día a día, los cristianos acogen a los musulmanes en una armoniosa convivencia junto a los judíos. Los musulmanes ocupan un papel como artesanos, así como en diversos oficios, mientras dura la Edad Media. Su influencia en la sociedad se plasmará a través del arte mudéjar.
Destacaron la antigua mezquita de la calle Santiago, la Almanxara, el Rastro Viejo y el Postigo de la Morería de la calle Santiago.
Las tres civilizaciones se asentaron en torno al lugar del martirio de los Santos Niños, pero actualmente apenas quedan restos arqueológicos de la villa musulmana para visitar.
Esta ruta por los barrios judío, cristiano y musulmán es una oportunidad para descubrir lo que fue la antigua ciudad medieval, punto de encuentro de culturas y ejemplo de convivencia durante siglos.