Sin una pantalla de por medio, sólo la magia de un cuento es capaz de hacer que los más pequeños estén atentos y sin pestañear.
Adelaida Pittaluga es una profesora de teatro que un día se lanzó a escribir las historias que inventaba para sus hijos. "Mi forma de educarlos siempre fue, para situaciones que surgían, o les hacía un cuento o les hacía una canción".
Tres cuentos inspirados en el día a día
Y así nacieron estos tres cuentos que están encandilando a niños y mayores. 'Érase un caramelito sin color y sin sabor', 'La gallina gallineta' y el tercero, 'La princesa primorosa'. "Hay una etapa, cuando los niños son pequeños, que por lo general no quieren ducharse, no se quieren bañar y mi hija con cinco añitos salía corriendo y escapaba cada día. Y un día le dije: 'Te va a pasar como a la princesa primorosa' y ella se detuvo y dijo: '¿Y que fue lo que le pasó?', 'Pues que se convirtió en un cerdito...' Y ahí fue donde surgió la historia".
Unos cuentos infantiles con mensaje y valores, pero dejando que sean los niños los que saquen sus propias conclusiones. "Escribo los libros para niños respetando su inteligencia, dejando que ellos vayan entendiendo cuál es el mensaje".
La importancia de las ilustraciones
Pero un buen libro infantil necesita también unas buenas ilustraciones y de eso se encarga Ana Miranda. "Primero hago el dibujo a lápiz y luego le paso el color de forma digital".
Y si tiene dudas, en su casa tiene el mejor crítico. "Me ayuda mucho tener un niño pequeño. 'Te sales de la línea', 'Este color me gusta más que este otro', con la mirada crítica de un niño que es el que lo va a disfrutar al final".
Estos cuentos están traducidos al gallego, castellano e inglés, pero sea el idioma que sea, siempre transmiten lo mismo. Cuentos educativos llenos de valores muy positivos para los más pequeños.