Emilio Aragón siempre ha sido un gran contador de historias. Una habilidad que ahora, en su faceta de abuelo, ha cobrado una nueva dimensión. Para sus nietos, el momento más esperado del día era cuando por la noche su abuelo comenzaba a improvisar cuentos llenos de aventuras, magia y nostalgia.

Este talento para la narración ha tomado forma literaria en Telmo Lobo: El misterio del capitán, un relato que reúne las historias de su familia y las transforma en una experiencia fantástica para las nuevas generaciones. "Mi mujer siempre se enfadaba conmigo porque yo improvisaba los cuentos", recuerda Emilio Aragón con una sonrisa. "Cuando ella continuaba las historias, los niños le decían que no eran así".

El Capitán Bebo, un reflejo familiar

El personaje del capitán Bebo, eje central de la novela, es una creación que tiene un profundo significado personal. "El capitán Bebo en la novela puedo ser yo o puede ser mi padre", confiesa Aragón, destacando el poder de los cuentos para mantener vivos los vínculos con aquellos que ya no están.

Y en una reflexión íntima, añade: "También puede ser ese deseo de hablar con esa persona que ya no está contigo. Te puede parecer una locura, pero yo hablo con mi padre todos los días".

La conexión familiar no termina ahí. Las raíces de esta tradición narrativa vienen de mucho antes, cuando Emilio Aragón era niño y su propio padre, el icónico Miliki, le contaba historias que le marcaron de por vida. "Uno de los cuentos que más me impactó de joven fue Moby Dick", comenta. Ese amor por las grandes aventuras ha sido un hilo conductor que ha pasado de la anterior generación a la siguiente.

"Uno de los cuentos que más me impactó de joven fue 'Moby Dick"

La familia Aragón no solo destacó por sus cuentos en el ámbito privado, sino también por sus aventuras en el mundo del espectáculo. "Una de las grandes aventuras de mi padre y mis tíos fue hacer el primer programa de televisión familiar de la historia", explica refiriéndose a cómo, en 1949, Cuba se convirtió en el segundo país del mundo en tener televisión, y los Aragón fueron pioneros en llevar el entretenimiento familiar a la pequeña pantalla.

Telmo Lobo, una aventura que continuará

Hoy, Aragón lleva ese espíritu aventurero a su propia obra, donde las hazañas del capitán Bebo y los misterios de Telmo Lobo son el reflejo de esas historias que han acompañado a su familia durante décadas.

Y aunque ahora sus nietos tengan un nuevo héroe en las páginas de esta novela, "Telmo Lobo tiene aventuras para rato", bromea, dejando claro que la imaginación y el legado familiar seguirán vivos por mucho tiempo más.