Vamos a solucionar una de las principales incógnitas que asolan a la sociedad moderna: ¿Por qué hay tantos perros cuando vas a un pipicán que se llaman Thor, Odín o Loki? La principal respuesta es corta: vikingos. Pero no, no hablamos de esos que llevan cascos con cuernos. Esos no existen.

La historiadora y divulgadora Laia San José Beltrán lleva unos cuantos añitos ya intentando enseñarnos qué es vikingo y qué no: "Intento acercar el mundo de los vikingos, que parece algo superlejano y superexótico", nos comenta. "A priori no tenemos muy claro o no sabemos cuánta cultura vikinga tenemos a nuestro alrededor".

Por eso y porque está especializada en todo lo referente a la cultura y las sociedades nórdicas, nadie mejor que ella para que nos enteremos de una vez por qué estamos rodeados de influencias vikingas. Para eso ha escrito La huella vikinga. Pero primero vayamos al origen de todo: "Al pensar en vikingos pensamos en ellos como una sociedad. Como los romanos, como los griegos, como si fuesen una etnia, pero no lo son", apunta San José Beltrán.

Los vikingos vienen de una sociedad nórdica concreta que existió solamente durante 300 años. "Lo que caracteriza la era vikinga, que es ese periodo entre el año 800 y el 1100 d. C., es que en ese en Escandinavia hay una serie de personas, sobre todo hombres jóvenes, aunque también fueron mujeres, que durante periodos muy concretos, sobre todo en verano, salen de sus tierras y se dedican a algo tan típico que tenemos en la mente de los vikingos como es saquear", explica la historiadora

Podemos resumirlo en que uno, en aquella época, no era vikingo. Hacía el vikingo o, mejor dicho, se iba de vikingo. Era más bien una actividad. Salir con los drakkars, esos barcos con cabeza de dragón, llegar a otras costas y, aparte de ver mundo, saquear.

'Juego de tronos' es vikingo

Esa actividad tan concreta se ha ido desdibujando con el paso de los siglos y se ha ido creando una imaginería vikinga que está presente, sobre todo, en la cultura. Por ejemplo, pongamos Juego de tronos. George R. R. Martin fue muy listo. Se inspiró muchísimo en las sagas, la literatura nórdica. Así nos lo detalla San José Beltrán: "Martin utiliza muchísima historia real para luego crear un mundo de fantasía y ficción. Leer una saga es como leer el Juego de tronos de la época.

"Leer una saga nórdica es como leer el 'Juego de tronos' de la época"

»Martin coge esas historias para meterlas en su narrativa, porque pegan perfectamente. Muchas veces son historias muy exageradas que dentro de la narrativa de Juego de Tronos (que también es muy exagerada) casan muy bien. Y en esas sagas que son historias de reyes, de héroes o de la colonización de Islandia hay capítulos muy concretos que, al ver Juego de tronos, como por ejemplo el episodio de la boda roja, dices, madre mía, esto es una saga.

»Esas historias de venganzas desproporcionadas también están presentes en las sagas. Matas a miles de personas porque te han ofendido. Entras en casa de tu enemigo y, mientras están de banquete o están durmiendo, les prendes fuego y te los cargas a todos. Eso es lo que hace Martin. Coge las sagas y hace boom, las exagera muchísimo pero le queda muy bien porque a una serie como a Juego de tronos le pega".

La coctelera de Tolkien

Pero antes que él, ya lo hizo Tolkien. Gandalf era una especie de Odín. Razas enteras de la Tierra Media provenían del mundo nórdico como, por ejemplo, los jinetes de Rohan. "Tolkien coge a vikingos, anglosajones y a normandos, los mete como en una coctelera, agita y le sale el pueblo de Rohan".

"Tolkien coge a vikingos, anglosajones y normandos, los mete en una coctelera, agita y le sale el pueblo de Rohan"

La divulgadora nos pone un ejemplo muy concreto. "Eowyn es el equivalente a una doncella escudera dentro de la literatura nórdica y toda la figura y toda la construcción de Eowyn está sacada de la literatura nórdica medieval. Siempre se las había desterrado del mundo de la guerra, pensando que a lo mejor solo eran reminiscencias de la literatura, de la mitología y tenemos casos evidentísimos de arqueología que nos demuestran la existencia de mujeres en contexto de guerra".

Mujeres vikingas

De hecho, si nos centramos en la figura de la mujer nórdica, de la mujer vikinga más concretamente, Laia San José Beltrán tiene un par de cosas que decir. "Hoy en día creo que la cultura popular las está representando mucho más realistas, incluso pasándose de cero a cien, como por ejemplo en la serie Vikings, donde todas las mujeres son guerreras escuderas. Ahí las figuras femeninas son súper poderosas y eso es más una exageración.

"En el mundo nórdico, las mujeres también estaban en el comercio"

»En el mundo nórdico, las mujeres estaban en el comercio, que normalmente siempre pensamos en "comerciante" como masculino y nos olvidamos un poco de las mujeres. Ellas están tanto fuera como dentro de Escandinavia en un contexto de comercio".

Ya que estamos con representaciones erróneas vamos a seguir profundizando en ellas. Porque si hay figuras cuyas imágenes no son como las imaginamos o como estamos acostumbrados a verlas, esas son las de la mitología nórdica. Por ejemplo, sus dioses. "Los dioses nórdicos son muy humanos, no son tan perfectos como los dioses de otras mitologías o de otras religiones", asegura esta historiadora.

El Thor gordo

"De hecho, son mortales porque al final, en el Ragnarök, perecen casi todos. Nosotros venimos de esos años 60 en los que aparece la figura de Thor de Marvel, que no deja de ser un poco un Capitán América convertido en un superhéroe escandinavo. Tenemos esa imagen de hombre musculoso, atlético, pero atlético de gimnasio, rubio por supuesto, porque en el contexto de los años 60 cómo no iba a ser rubio. En Marvel pensaron: que se parezca a nuestro capitán América. Es un poco salvador de la patria".

"Thor era pelirrojo, está fuerte porque lucha contra gigantes pero no de gimnasio"

Nada más lejos. ¿Sabéis como era Thor? Pues según Laia San José Beltrán era así: "Pelirrojo, está fuerte porque lucha contra gigantes. Tiene un martillo y para usarlo necesita un cinturón y unos guantes". Y ya está. En las eddas, que son las historias de donde se ha sacado toda la mitología nórdica, no hay más que un par de líneas que describen a Thor tal cual acabáis de leer.

Por zanjar el tema, esta conocida divulgadora reconoce que Thor "es un poco como tu amigo el tontorrón que es muy bueno de corazón pero que dispara antes de preguntar y te la lía".

Por eso, cuando hace dos años, salió a la venta el juego God of War: Ragnarök, y se vio a Thor como un tipo gordo, violento y malcarado, todo internet puso el grito en el cielo. ¿Dónde está mi dios apolíneo? Laia se rio un montón porque "cuando vi el Thor de God of War, pensé que a mí se me parece mucho más. Tiene todos los elementos que tiene que tener y te está diciendo que es fuerte y yo siempre me he imaginado a Thor mucho más como la Montaña de Juego de Tronos que como un jugador de fútbol americano".

"Loki llegó a cambiar de sexo y tener hijos siendo mujer"

Y pasa algo parecido con Loki. "Esa imagen que nos ha llegado del vikingo macho, el macho man, el machorro, el epítome de la masculinidad, canónica, viril, fuerte... Ese poquito de masculinidad tóxica es errónea", corrobora San José Beltrán. De hecho, podríamos decir que Loki es lo más parecido a un dios queer dentro de la mitología nórdica. Era un cambiaformas. De hecho, en una parte de su historia, cambió de sexo y llegó a tener hijos siendo mujer. "Esta masculinidad y esta sexualidad es mucho más fluida y mucho más cambiante".

Wagner y los nazis que amaban lo vikingo

Si en el mundo de la literatura, del cómic, del cine o de las series estamos influenciados por lo nórdico y por lo vikingo, la música también estuvo tocada por ella en su momento. Pensad en la Cabalgata de las Valquirias de Wagner. La autora de La huella vikinga vuelve a dejarnos una pista certera. "El Ciclo del Anillo de Wagner es una mezcla entre la saga de los bolsungos, que es una saga nórdica, y el Cantar de los nibelungos, que es un cantar de gesta alemán. Al final la mitología nórdica viene de la mitología germánica, o sea, son cosas que están en contacto estrecho".

"Wagner fue una de las piedras angulares de toda la ideología de Hitler"

El problema viene cuando esta inspiración se pervierte. A San José Beltrán no le preocupa que la gente piense que los vikingos llevaban cascos con cuernos. Al fin y al cabo es ficción y ahí se queda. A ella le parece mucho más interesante "intentar luchar contra otras desviaciones y otras perversiones, como es coger la historia, la mitología o la simbología de los vikingos para respaldar ciertos tipos de discursos supremacistas, xenófobos o incluso neonazis".

Por ejemplo, volviendo a Wagner: "No solo fue muy inspirador a nivel musical sino también en ese incipiente nacionalismo alemán que luego derivará en el nazismo. No sabemos si a Wagner le habría parecido bien o mal, porque ya estaba muerto para entonces, pero es una de las piedras angulares de toda la ideología de Hitler para crear esa nueva mitología para Alemania, esa nueva religiosidad para Alemania en los albores de la Segunda Guerra Mundial".

Y no es solo lo que hizo el nazismo. Es lo que todavía se sigue haciendo con la cultura nórdica. La historiadora lo señala de forma certera. "Hoy sigue habiendo agrupaciones de asociaciones supremacistas blancas en los países escandinavos que utilizan runas vikingas. Con los vikingos pasa una cosa muy curiosa y es que parece que no pasan de moda. Simplemente los vamos adaptando a nuestros a nuestros tiempos o a nuestras necesidades. A veces de forma inocua, otras de forma no tan inocua.".

Gracias a La huella vikinga tenemos información más que suficiente para poner a los vikingos y a la cultura nórdica en el lugar que verdaderamente merecen. Solo por todo lo que ya nos han dado, se lo debemos.

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