Tolerancia y complicidad ante las agresiones sexuales. Esto es la cultura de la violación. Un ejemplo sería la buena acogida que tuvo la violación de la película 'Irreversible', que tal y como Marta Jaenes dice: "Se ha erotizado y se convirtió en una de las escenas más buscadas en las páginas porno".
Siguiendo este sistema de pensamiento, no es extraño que se cuestionase más a la víctima que al agresor. Rosa Márquez pone de ejemplo a Irlanda donde se "exculpaba a un violador porque la víctima llevaba tanga".
Y aquí, en España, se consideró primeramente que los miembros de la Manada no habían cometido agresión sexual, pero un caso tan mediático y una sentencia tan insuficiente para la opinión pública, produjo una reacción social que clamaba contra un sistema judicial y legislativo machista.
Marta Jaenes destaca que "la violación de San Fermines puso sobre la mesa que las agresiones sexuales también se pueden dar en un ambiente de ocio entre personas que se conocen".
¿Qué es el postmachismo?
Rosa Márquez y Marta Jaenes analizan en '¿Cerró usted las piernas?' lo que supone la cultura de la violación.
Porque sí, aún seguimos sufriendo sus efectos. Según Márquez, "el problema de los postmachistas es que creen que ya hemos conseguido la igualdad, y que entonces cualquier ley que favorezca a las mujeres o cualquier política social que las beneficie, va a ir en detrimento de los hombres".
A lo que Jaenes añade: "Hemos conseguido avances como hablar del deseo femenino, y es hacia donde tenemos que avanzar". Y es que nuestro cuerpo, como ya proclamó en los setenta la artista gráfica Barbara Kruger, sigue siendo un campo de batalla.