Sabíamos que meditar para controlar la ansiedad funciona, pero tal vez no hayas escuchado la explicación científica. "Al repetir una palabra, como un mantra, las redes cerebrales centradas en esa obsesión, en esa rumiación que nos produce ansiedad, se atemperan", explica la neurocientífica Nazareth Castellanos:

Digamos que es como entretener al cerebro haciendo una cosa para que nos deje en paz con ese pensamiento que no podemos controlar.

"Al repetir una palabra, como un mantra, las redes cerebrales centradas en esa obsesión, se atemperan"

Nazareth Castellanos es la científica de moda. Su último libro publicado, El puente donde habitan las mariposas, es el ensayo del momento, y con razón. Su lectura no solo es que resulte tremendamente entretenida y educativa, es que lo que en él se lee tiene una aplicación práctica que promete mejorarnos la vida. Y todo con un texto sobre cómo la respiración sirve para mucho más que para estar vivos.

"Siempre hemos pensado que mientras nos mantenga vivos, bien está", cuenta entre risas la autora, "pero una cosa es mantenerse vivos y otra humanos, que decía Orwell".

Respirar para ser humanos

"Lo que hemos visto es que, según cómo respiremos, tenemos más recursos neuronales destinados a la atención, a la memoria, pero también a la gestión de las emociones", explica Castellanos sobre un campo del que cada día se sabe más, pero todavía estamos muy lejos de tener un conocimiento exhaustivo.

Aunque si hablamos de saber, sabemos que sabemos muy poco. "Realmente no sabemos casi nada y no sabemos qué hacer con nosotros", bromea, "entonces reconocer lo pequeños que somos te quita mucho peso". Menudo alivio.

Sobre "qué es eso que nos hace humanos" ha investigado a menudo la filosofía. Es su campo. En el libro se menciona a Martin Heidegger, y también a la ciencia, que hoy sabe, gracias a la epigenética, que las vivencias de nuestros ancestros se nos quedan grabadas de alguna forma. Efectivamente, somos también lo que otros vivieron antes que nosotros. Justo de esto se encarga esta ciencia tan novedosa y desconocida para el gran público.

La epigenética

La autora de El puente donde habitan las mariposas explica que las vivencias de nuestros ancestros "dejan una información que cambia la lectura de nuestro código genético. No nos determina, pero sí nos predispone". Por eso, la neurocientífica nos invita pensar "cómo cuidarnos para cuidar a los que vienen" y tener presente el cuidado de nuestra mente tanto como el de nuestro cuerpo.

"Según cómo respiremos tenemos más recursos neuronales destinados a la atención, a la memoria, pero también a la gestión de las emociones"

Precisamente es la búsqueda de herramientas para mejorar su salud mental lo que acabó formalizando la escritura de este libro. Quería compartir sus conocimientos y ayudar a otros a aliviar sus penas en la medida de lo posible, aunque nos recuerda que no todo está en nuestra mano, hay muchos factores externos que influyen en nuestra salud mental.

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