Corina Oproae
Editorial: Tusquets
Año de publicación original: 2024
La infancia está llena de fantasías y creencias a veces insólitas. En La casa limón, la pequeña protagonista está convencida de que la enfermedad de su padre es su culpa, una consecuencia mágica de una promesa que él le hizo para protegerla. Desde esta perspectiva infantil, la novela abre una ventana a un mundo mucho más grande y amenazante, donde la política y la vida cotidiana de una familia se entrelazan en un panorama sombrío.
Mientras la niña navega entre sus juegos y preocupaciones, su entorno, la Rumanía de los años 80, se desmorona. Las restricciones impuestas por el régimen comunista de Ceausescu afectan todos los aspectos de la vida familiar, desde el cambio de residencia forzoso hasta la tensa atmósfera de vigilancia constante. Sin entender del todo lo que ocurre a su alrededor, la protagonista se refugia en sus propios pensamientos, mientras los adultos luchan por sobrellevar los retos de un país en crisis.
La desintegración de un mundo
El título, La casa limón, se refiere a una antigua casa familiar que fue abandonada cuando la familia se trasladó a un apartamento en un bloque de viviendas. Este cambio de escenario simboliza no solo la pérdida del hogar, sino también la progresiva destrucción de una forma de vida y de un país que se desintegra bajo la opresión política.
Entre las supersticiones de la vida rural y el control opresivo de la temida policía secreta, la familia protagonista enfrenta una serie de tragedias personales que reflejan las tensiones sociales de la época.
Destaca el cómo se cuenta una historia política y familiar desde la perspectiva de una niña
Lo que destaca en esta novela es la habilidad de Corina Oproae para contar una historia política y familiar desde la perspectiva de una niña. A través de los ojos de la pequeña protagonista presenciamos los conflictos, tensiones y terrores de la dictadura sin que ella los comprenda completamente. Sin embargo, nosotros como lectores sí podemos captar la gravedad de la situación, aunque la narración esté envuelta en una aparente inocencia.
A medida que la niña observa a su familia y el mundo que la rodea, empezamos a sentir el peso de la represión política, las restricciones que afectan su vida cotidiana y la amenaza constante de la vigilancia. Sin decirlo abiertamente, la novela nos lleva a entender cómo el régimen comunista colapsaba mientras los personajes intentan sobrevivir en medio del caos.
Una autora que habla desde la experiencia
Corina Oproae, nacida en Rumanía pero con una vida desarrollada en España, utiliza su experiencia personal para darle mucha verdad a la novela. Su infancia en la Rumanía comunista y su posterior carrera literaria como poeta y traductora en España le permiten construir un relato que equilibra la sensibilidad poética con la dureza de la realidad histórica.
La influencia de la poesía en su prosa es evidente: la forma en que describe los escenarios, las emociones y los pequeños detalles de la vida cotidiana está impregnada de un lirismo único. Pero este lirismo nunca suaviza el dolor que atraviesa la historia; más bien, lo intensifica, haciendo que la caída de la dictadura y el derrumbe de una familia resuenen con mayor fuerza.
Un relato sobre la infancia y la historia
A pesar de que La casa limón está ambientada en los últimos años del régimen de Ceaușescu en Rumanía, la novela aborda temas universales: la inocencia, la pérdida, la culpa, y el crecimiento personal en tiempos de adversidad. La niña protagonista intenta encontrar sentido a un mundo incomprensible, y en ese proceso, nos permite como lectores reflexionar sobre la resistencia humana ante la represión.
Oproae consigue transformar la historia de una familia de clase media en un testimonio sobre los efectos devastadores de un régimen totalitario. Sin embargo, lo hace de forma sutil. Quiero decir que no es didáctica de ninguna de las maneras. Permite que los pequeños gestos y las experiencias cotidianas hablen por sí mismos.
Esta obra no solo nos muestra la caída de un régimen, sino también la resistencia de quienes sobreviven a su sombra
Es una escritura íntima y poética que permite que Corina Oproae, sin grandes aspavientos, nos arrastre al corazón de una de las épocas más oscuras de la historia reciente de Europa del Este.
La casa limón emociona, sorprende y deja huella. Y por todo ello no es de extrañar que se haya llevado el XX Premio Tusquets de Novela 2024. El trabajo de Oproae destaca no solo por su valor histórico y narrativo, sino por su capacidad de capturar la belleza en los momentos más duros.