Imogen Binnie

Traductor: Milo J. Krmpotić

Editorial: LAVA

Año de publicación original: 2013

Hay algo de evocador en la imagen de un coche que se aleja. Más aún si la persona que lo conduce es una mujer trans en plena crisis vital, recientemente separada y casi simultáneamente en paro. El primer impulso de Maria, su protagonista, pasa por robarle el coche a su expareja y darse a la fuga en cualquier dirección, con una bolsa de heroína guardada en su guantera.

'Nevada' causó un gran impacto en la comunidad queer americana cuando se publicó en 2013

Imogen Binnie saltó a la palestra en 2013 con una novela que todavía se considera de gran importancia para la comunidad LGTBI y que sido catalogada como la "zona cero de la literatura trans contemporánea", como reza la contracubierta de esta nueva edición que publica en nuestro país la editorial LAVA.

Nevada llega a nuestro país con dos traducciones, al castellano y al catalán. La primera a cargo de Milo J. Krmpotić, la segunda por Bel Olid para el sello L'Agulla Daurada. Una historia que causó un gran impacto en la comunidad queer americana y que supo encapsular perfectamente los afectos y necesidades de una nueva literatura en su país.

Un Thelma y Louise 'queer'

Maria tiene veintinueve años, lleva casi diez viviendo en Bushwick, un barrio cercano a Brooklyn. Cinco transicionando y cuatro con Steph, su pareja. A medida que desaparece el deseo en la pareja, su protagonista se ve cada vez más inmersa en una infelicidad que promete destruir todos los cimientos de su vida.

El mismo día que es despedida de su trabajo —el cual odia— en una tienda de libros de Manhattan, también rompe su relación. Cuando todo lo que le une a la vida que intentaba proyectar para sí misma desaparece, solo se le presenta un impulso: pedir prestado por un tiempo indefinido el coche a su expareja y huir hacia cualquier parte, con la única promesa de evadirse.

En pleno viaje, Maria conoce a James, un joven trabajador de un Walmart en una población perdida de la mano de Dios en el estado de Nevada. Está atrapado en una relación que mantiene desde el instituto y en un trabajo insulso, el único posible a cientos de kilómetros a la redonda. Maria no podrá evitar empatizar con el desconocido, en quién verá un reflejo de sí misma antes de su vida en Nueva York. James, por su parte, se encontrará frente a frente con una realidad innegable después de conocer a Maria: también debe transicionar.

Descatalogada y de culto

Nevada consiguió vender más de 10.000 copias en la primera semana de su publicación en 2013. Una marca importante dentro del mundo de la literatura underground. Sin embargo, la editorial Topside Press quebró cuatro años después y la novela se convirtió en un artefacto difícil de conseguir.

Entre los hipsters que poblaban los primeros pasos de Instagram, el boho chic y una oleada de kombucha, bandas de música indie y los ecos que llegaban por primera vez de aquel concepto peregrino de gentrificación, Nevada se abrió paso con la capacidad de distinguirse como una nueva corriente de literatura trans, tan entretenida como cruda.

Su autora ha participado como guionista en diversas series de TV y llegó a escribir el guion de una versión de Love Actually, protagonizada exclusivamente por personas trans residentes en Vermont. Terminó por compartir el texto íntegro en su cuenta de Twitter al no poder empezar su producción por cuestiones obvias relativas al copyright.

Esta nueva edición de 'Nevada' llega acompañada de un epílogo en el que la escritora reflexiona sobre el impacto que tuvo la novela

Esta nueva edición de Nevada llega acompañada de un epílogo desde el que la escritora reflexiona sobre el impacto que tuvo entre sus lectores, la Comunidad y su propia vida desde el primer borrador de 2008. Un par de webs se convirtieron a principios de siglo en repositorios de la experiencia trans. Los usuarios podían enviar sus relatos que más tarde eran compartidos con todos los usuarios. Ahí es donde Nevada empezó a dibujarse como una posibilidad, la de una zona cero de la literatura trans.

Binnie no recurre a una experiencia canónica. Su discurso no está construido en torno a teorías sesudas o citas a El género en disputa. Al contrario, se muestra franca y cruda muchas veces con la hiperteorización de una experiencia que jamás podrá universalizarse, porque cada transición es distinta.

Sus personajes conviven con la transfobia, aquella que se presenta de forma aparentemente inocente en la condescendencia, los nombres y pronombres equivocados, o el choque con otras personas del Colectivo. No hay catarsis alguna entre sus páginas para quienes solo tratan de poner en orden su vida con lo de que disponen.