Paloma Sánchez-Garnica
Editorial: Planeta
Año de publicación original: 2024
Un crítico escribió "acto de transgresión cultural intrasistémico" para atacar a un Premio Planeta. No tenemos claro en 'Ahora Qué Leo' que ni él mismo sepa lo que significa eso. Ni siquiera tenemos claro que intrasistémico sea una palabra. Ese crítico, en el mismo párrafo y para darle más lustre a su despelleje, añadió que aquella novela suponía "desescalar hacia abajo", entendemos que hacerlo hacia arriba era complicado.
Un año después, parecía tratar de reconciliarse valorando los diez premios Planeta que, según su muy independiente criterio, sí valían la pena. Al revisarlos comprobamos que seis de ellos eran o habían sido columnistas del periódico que pagaba al crítico.
No pretendemos decir que ese crítico no funcione bajo criterios de absoluta independencia, lo que sí que tenemos claro es que ninguno de sus jefes se iba a molestar ante su pomposa indignación contra el Planeta, más bien lo contrario. Y traemos esto a colación porqué usted está leyendo la recomendación en una web de laSexta, perteneciente al grupo Atresmedia, hermana del Grupo Planeta. Por lo menos, que aquí nadie se lleve a engaño.
Este premio Planeta vuelve a cumplir con uno de sus principios básicos: hacer disfrutar a sus lectores, a sus muchos lectores
Pero es justo en esa palabra, "recomendación", donde está la clave. En 'Ahora Qué Leo' nos dedicamos a recomendar libros. Para criticarlos hay otros espacios. Así que aquí va a encontrar una apasionada defensa de las cuatrocientas setenta y cinco páginas de la novela de Paloma Sánchez-Garnica.
Lo haremos con la convicción y la seguridad de que la escritora madrileña va a dejar a cientos de miles de lectores pegados al sofá, robando sueño al día para leer un último capítulo y enamorados de la apasionante vida de Victoria, su hija Hedy y su hermana Rebecca. Porque este premio Planeta vuelve a cumplir con uno de sus principios básicos: hacer disfrutar a sus lectores, a sus muchos lectores.
Por terminar con los avisos, que nos está quedando largo, prometemos cumplir con el principio sagrado del oficio, ya sea en una crítica despiadada o en una apasionada recomendación, de no destripar la trama, hacer lo contrario es muy desgraciado.
Cumpliendo el canon
Y vamos con Victoria. Es una obra que entrelaza con maestría la novela histórica y la romántica, con personajes profundamente empáticos y conflictos familiares que resuenan en el alma del lector. Las letras de Paloma Sánchez-Garnica, cumpliendo con el canon de un excelente superventas, atraviesan décadas, continentes y momentos históricos emblemáticos puestos al servicio de una trama rodeada de intriga, amor y secretos.
Es una obra que entrelaza con maestría la novela histórica y la romántica
Y es el encaje de esos dos elementos, el contexto histórico y las emociones de sus personajes, una de las mejores muestras del oficio de la autora, de su buen sentido del ritmo y de lo disfrutona que se convierte esta lectura.
Tejer todos estos elementos hasta dar forma a una trama es un arte antiguo, cultivado por muchos, muy fácil de enunciar en un manual, pero muy difícil de poner en práctica. Este es el oficio de Sánchez-Garnica, que lleva muchos años y muchas páginas cautivando la atención de un lector espontáneo, saludable y desinhibido, que busca disfrutar, sin elitismo ni pretensiones. Se trata del puro placer de sumergirse en una historia bien contada.
Un truco apellidado Sánchez-Garnica
Pero si cada maestro tiene su toque, su truco o su sello, la ganadora del Planeta tiene una ciudad y un tiempo: su reloj y su brújula se pararon en el Berlín dividido. Un momento histórico capaz de fabricar miles de historias. Allí se fraguaron Últimos días de Berlín, con la que fue finalista de este mismo premio en 2021, o La sospecha de Sofía, en 2019.
En Victoria, la escritora madrileña vuelve a su lugar favorito, ese Berlín en el que sus lectores se encuentran tan cómodos, pero esta vez lo hace para apoyarse y elevarse hasta construir una historia más ambiciosa. Un viaje en el que aprendemos que la semilla del odio también crecía en la cuna de la libertad y los derechos, en la lucha por la libertad en lugares como el sur de Estados Unidos, donde la segregación y el Ku Klux Klan no eran muy distintos a las ideologías nazis.
Sánchez-Garnica tiene una habilidad especial para dotar a sus personajes de profundidad emocional
Las consecuencias y las cicatrices de esta época recorren la piel de los personajes de esta novela en la que la vida de Victoria y su lucha por el amor de su hija, se cruzará con problemas que pasarán desde la Stasi a la caza de brujas del senador McCarthy.
Los personajes de Victoria son el corazón de la novela. La autora tiene una habilidad especial para dotarlos de profundidad emocional, haciendo que sus decisiones y dilemas se sientan reales y conmovedores. A través de sus vivencias, el lector se sumerge en dramas familiares que no solo sirven como motor de la trama, sino que también ofrecen reflexiones sobre el amor, la traición, el sacrificio y la redención.
Sánchez-Garnica trasmite que escribir es para ella "una forma de entender cómo personas comunes enfrentan la vida en contextos diferentes, revelando similitudes con nuestro presente. El análisis del pasado nos ofrece perspectivas valiosas para comprender la realidad actual y prepararnos para el futuro. La ficción literaria puede ser una herramienta poderosa en este proceso". Pues esta novela es una buena muestra de ello.
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