Andrea Cabrera Kñallinsky y Aldo García Arias

Editorial: Siruela

Año de publicación original: 2025

La marquesa de Parabere. O lo que es lo mismo, María Mestayer de Echagüe. Fue una mujer con una vida casi de novela. Hoy podemos afirmar que Andrea Cabrera Kñallinsky y Aldo García Arias le han quitado el "casi". Parabere nos sumerge en la vida de una figura histórica tan olvidada como fascinante. Han novelado su historia entregándonos un homenaje a una mujer que desafió los muros y los "noes" de su tiempo para convertirse en una pionera de la alta gastronomía española.

María Mestayer nació en 1877 en el seno de una familia de clase alta. Su mundo estaba definido. Salirse del rol para el que había nacido (noble y burguesa) era muy complicado pero se impuso con fuerza, reinventándose a través del arte culinario. Su transformación, desde la tímida "Marichu" hasta la marquesa de Parabere, simboliza no solo el poder de la reinvención personal, sino también la capacidad de una mujer para trascender las barreras sociales y culturales de su época.

Parabere refleja este cambio con mucho acierto. Es novela, sí, pero se nutre de una meticulosa labor de investigación histórica, a la vez que se sumerge en los matices del realismo mágico, creando una atmósfera en la que la realidad se funde con el sueño y el misterio.

Conspiraciones entre bombas y fogones

El relato nos lleva desde la infancia de la marquesa en Sevilla, pasando por su madurez en Bilbao y culminando en la agitada Madrid de la Guerra Civil, la del "no pasarán". En cada escenario se refleja el pulso de una España convulsa, donde el ambiente político y social se entrelaza con el arte de cocinar.

Los dos autores despliegan un lenguaje vibrante, donde cada detalle, desde los azulejos de una casa que guardan secretos familiares hasta los aromas que invaden un restaurante, se convierte en una invitación a recordar y a redescubrir la gastronomía.

'Parabere' nos sumerge en la vida de una figura histórica tan olvidada como fascinante

Una de las grandes virtudes de Parabere radica en el estilo narrativo. La prosa es precisa y evocadora, logrando que el lector se sienta transportado a una época en la que los sabores y los encuentros eran parte esencial de la vida diaria. La narrativa no se limita a contar hechos históricos, sino que se adentra en el universo interior de sus personajes, destacando la fortaleza y la sensibilidad de la propia marquesa.

La mezcla de anécdotas curiosas y episodios cargados de intriga (como el surgimiento de conspiraciones en el entorno del restaurante, que durante la Guerra Civil se convierte en un escenario de espionaje y encuentros clandestinos) dota a la obra de un aire de misterio y de desafío a las narrativas oficiales.

La leyenda del 'Parabere'

Parabere no se conforma únicamente con reconstruir la vida de la marquesa; también se atreve a explorar el universo de la alta cocina y su relación con el poder y la sociedad. En sus páginas descubrimos cómo, en un contexto de crisis y conflicto, la gastronomía se erige en un símbolo de resistencia y de placer.

El restaurante que fundó la protagonista se transforma en un punto de encuentro para artistas, políticos e intelectuales, haciendo de la comida un catalizador de ideas y un refugio frente a la adversidad. Resulta especialmente curioso que, según la investigación de los autores, personalidades tan diversas como Ernest Hemingway, John Dos Passos o Rafael Alberti hayan transitado por ese emblemático establecimiento, lo que añade una capa de leyenda a la figura de la marquesa.

Ernest Hemingway, John Dos Passos o Rafael Alberti transitaron por este emblemático establecimiento

Y si hablamos de los autores, esta colaboración entre Cabrera Kñallinsky y García Arias es, en sí misma, un elemento fascinante. Andrea, con su formación en periodismo y su pasión por el detalle, se encarga de estructurar la trama con una mirada casi documental que confiere verosimilitud a cada escena.

Por otro lado, Aldo García aporta una sensibilidad histórica y una experiencia editorial que enriquecen la narrativa, permitiendo que cada episodio se sienta tan riguroso en su investigación como apasionante en su ejecución. Este encuentro de dos almas creativas, que se han deslizado entre la rigurosidad del relato histórico y la libertad de la ficción, se plasma en una prosa que resulta fluida, dinámica y sorprendentemente íntima.

Una novela detallista

La narrativa también brilla por su capacidad para sorprendernos a cada paso. Datos curiosos, como el origen de su seudónimo y las anécdotas que rodearon la inauguración de su restaurante (que se abrió apenas meses antes del estallido de la Guerra Civil, y que sobrevivió a la confiscación por parte de la CNT, convirtiéndose en un símbolo de resiliencia) son presentados de forma natural, sin caer en exaltaciones.

Parabere es como una de esas recetas de la cocina de vanguardia que aúnan tradición con modernidad. Esta buena mezcla (y su valor intrínseco como novela de calidad) le ha valido ser finalista del Premio de Novela Café Gijón 2024. Es un libro que invita a degustar la vida con la misma pasión y curiosidad que caracterizó a la verdadera marquesa de Parabere.

'Parabere' ha sido finalista del Premio Novela Café Gijón 2024

Estamos además ante una novela que dialoga con el presente. En un momento en el que se reivindica la memoria y se busca rescatar a aquellas voces históricas que han sido silenciadas, este libro se convierte en una ventana al pasado que invita a reflexionarsobre el papel de la mujer en la sociedad y en el mundo de los negocios.

La historia de la marquesa, contada sin concesiones, resuena hoy y plantea interrogantes sobre el poder de la creatividad y la determinación en un mundo que sigue debatiendo las cuestiones de género y de identidad.

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