Beatriz Serrano

Editorial: Planeta

Año de publicación original: 2024

Las páginas de esta novela no están para pasar el rato. Es un golpe de calor, una quemadura que tarda en sanar, una historia que te obliga a mirar a las llamas en lugar de esquivarlas.

Tras el éxito de El descontento, su primera novela, Beatriz Serrano ha resultado finalista del Premio Planeta 2024con un relato intenso, lleno de emociones crudas y simbolismos que arden en cada página. En Fuego en la garganta no hay consuelo, ni personajes que quieran redimirse; solo una búsqueda desesperada por entender qué hacer con el fuego que llevamos dentro.

Blanca no es una chica común: cree tener un don extraordinario, casi sobrenatural

La historia se centra en Blanca, una adolescente que vive en un pueblo de Valencia en los años 90. Su vida da un giro cuando su madre desaparece de un día para otro, dejando tras de sí un vacío que su padre, ausente emocionalmente, no puede llenar. Pero Blanca no es una chica común: cree tener un don extraordinario, casi sobrenatural.

Se supone que es capaz de canalizar su rabia y su dolor en un fuego literal que destruye o cura. Este poder no es un adorno fantástico ni una simple herramienta narrativa, es una representación de lo que significa crecer con emociones que arden en el pecho, sin saber cómo expresarlas o controlarlas.

Cambiando el rumbo del Planeta

Fuego en la garganta no es solo una novela cargada de intensidad emocional, también es un relato generacional que captura el espíritu de los años 90 y la experiencia de quienes crecieron en esa época. Blanca representa a una juventud que lidia con el abandono, la búsqueda de identidad y las conexiones virtuales cuando el mundo físico parece insuficiente.

Para Beatriz Serrano, la historia de Blanca es, en esencia, la de alguien que, como todos, intenta conectar con otros para sobrevivir. Serrano retrata a su protagonista como una chica solitaria y conflictiva que encuentra en internet y en su "familia escogida" una forma de explorar sus heridas y su potencial de resiliencia.

Esta novela es un relato generacional que captura el espíritu de los años 90

Además, el reconocimiento de esta obra como finalista del Premio Planeta subraya un cambio de rumbo en el certamen, que parece apostar por atraer nuevos públicos y visibilizar nuevas voces. No es casualidad que el año pasado el galardón destacara a un escritor joven desconocido y que, este año, premien a una autora cuya obra respira ese espíritu generacional​.

La misma Serrano ha reconocido que Fuego en la garganta es un reflejo de las inquietudes de una juventud marcada por los conflictos internos y las rupturas familiares.

Un extraño don

Poniendo el foco en la historia de Fuego en la garganta, vemos que el don de Blanca no la hace especial de manera gloriosa, sino que la vuelve aún más frágil y compleja. Es una extensión de su conflicto interno: una adolescente atrapada entre el miedo a su propio poder y la necesidad de encontrarle un propósito. La rabia que siente por el abandono de su madre, por el bullying en la escuela y por la incomprensión de su entorno, se transforma en algo físico y tangible.

Serrano logra que esta metáfora cobre vida con una narrativa cargada de imágenes que parecen arder en la mente del que se enfrente a esta historia.

Serrano logra que este libro cobre vida con una narrativa llena de imágenes que parecen arder

La imagen de España que Beatriz Serrano describe no es el típico escenario idílico; es un lugar gris, opresivo, lleno de rincones que amplifican la soledad de Blanca. Pero no se detiene ahí: también recrea con precisión la atmósfera de los años 90, desde la música que Blanca escucha hasta la manera en que internet empieza a ser un refugio para los que no encajan en el mundo físico.

En ese espacio digital, Blanca encuentra a su "familia elegida": un grupo de chicas que también llevan sus propias cicatrices emocionales y comparten una fascinación por lo oscuro y lo prohibido.

No son relaciones idealizadas. Las conexiones entre Blanca y sus amigas son intensas, sí, pero también llenas de conflictos y contradicciones. Serrano no pinta la adolescencia como un periodo romántico, sino como un tiempo caótico, donde cada amistad puede ser tan salvadora como destructiva. Estas dinámicas resuenan especialmente porque capturan lo que significa crecer en un mundo que te exige encajar mientras tus emociones parecen demasiado grandes para contenerlas.

Escribir desde el fuego

La pro​sa es otro punto que merece destacar. La autora no escribe para agradar, sino para provocar. Cada frase parece cargada con la intención de incomodar, de hacerte sentir el calor de las emociones que describe. Algunas líneas golpean con fuerza, como las reflexiones de Blanca sobre el perdón, el dolor y la rabia. Serrano no da respuestas fáciles ni soluciones cómodas. En lugar de eso, te deja con preguntas que arden mucho después de cerrar el libro.

Cada frase parece cargada con la intención de incomodar, de hacerte sentir el calor de las emociones que describe

Fuego en la garganta es un viaje intenso y abrasador. Beatriz Serrano no solo cuenta una historia, sino que crea una experiencia. Blanca no es un personaje fácil de amar, pero es imposible no sentirse atrapado por su lucha. Este no es un libro que busca complacer, sino uno que te reta a enfrentarte a tus propias llamas internas. Una lectura que quema, pero de la que saldrás distinto.

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