Uketsu
Traducción: Sandra Ruíz Morilla
Editorial: Reservoir Books
Año de publicación original: 2022
Uketsu es, sin duda, uno de esos enigmas modernos que llaman más la atención por sí mismos que por las obras que producen. Es normal que den más ganas de saber quién se esconde tras esa máscara tan siniestra que abrir su libro y ponerse a leer. Por eso, antes de adentrarte en el intrincado laberinto de Strange Pictures, te conviene conocer al hombre detrás de la máscara.
Uketsu es un fenómeno cultural en Japón, con 1,7 millones de suscriptores y más de 190 millones de visualizaciones
Imagina a un creador que empezó en la intimidad de un supermercado y en la vastedad de YouTube, donde sus vídeos surrealistas (imágenes de espárragos que se transforman en dedos, o tiras de carne colgadas en una cuerda) le dieron fama. Hoy, Uketsu es un fenómeno cultural en Japón, con 1,7 millones de suscriptores y más de 190 millones de visualizaciones.
Su identidad es un misterio tan bien guardado que solo una treintena de personas realmente la conocen, y eso, lejos de ser un obstáculo, hace que los lectores acudan a su obra como las moscas a la miel.
La novela bajo la máscara
Pero no podemos quedarnos solo con esa aura enigmática. De hecho, le estaríamos haciendo un flaco favor a Strange Pictures, porque esta novela atrapa por sí sola. No es simplemente un relato de terror. Es un desafío interactivo para el lector. La premisa es tan intrigante como su propio origen: una serie de dibujos, aparentemente inocentes, esconden secretos tan oscuros como perturbadores.
La narrativa se despliega en episodios que, en apariencia, son relatos independientes. Desde el primer momento, sientes que te han invitado a participar en un juego macabro en el que cada trazo es una pista y cada imagen, una puerta a un misterio mayor. Te vas a encontrar a ti mismo adelantándote al propio libro e intentando conectar cada pista para dar con la solución.
Este libro no es simplemente un relato de terror. Es un desafío interactivo para el lector
Pero, ¿qué hace que esta novela destaque en medio de tantos thrillers y relatos de terror? La respuesta está en la combinación de su estructura narrativa y la presencia ineludible de Uketsu como figura enigmática. Él no es solo un autor anónimo que escribe desde la oscuridad; es un narrador que pretende utilizar su propia vida para desafiar la forma tradicional de contar historias.
Su enfoque es una mezcla de lo visual y lo textual: cada ilustración, ya sea un dibujo de una mujer embarazada, un boceto de un niño o un paisaje perturbador, se integra de forma indispensable en la trama, obligándote a mirar con detenimiento y a interpretar lo que, en un primer vistazo, parecería un simple garabato.
Sin embargo, a medida que avanzas, descubres que cada uno de estos cuentos está meticulosamente conectado por un hilo conductor: el análisis de dibujos cargados de simbolismo. Imagina un blog abandonado en el que un estudiante descubre una serie de ilustraciones que anticipan lo que le ocurrirá a una mujer embarazada, o el inquietante dibujo de un niño que podría ser la clave para desentrañar la desaparición de un inocente. Todo ello se entrelaza en un puzle narrativo que solo se revela por completo al final. Pero no es oro todo lo que reluce.
Suspensión de la incredulidad
El planteamiento de esta novela es original. Lo interactivo hace que te involucres mucho más en sus primeros capítulos. No solo lo estás imaginando. Uketsu te da pistas visuales que crean en tu mente lo que el autor quiere que veas. Pero a medida que se van sucediendo los episodios y las historias se van interconectando, el autor japonés tiene que hilarlo todo y la narración se vuelve mucho más convencional ¿Eso es malo? No en sí mismo porque está claro que hay que dar una explicación a todo este jaleo de pictogramas, dibujos y enigmas.
El verdadero problema reside en algunas de las decisiones que se toman y que desembocan en los asesinatos que cuenta esta historia. Aunque cada pieza encaje es una historia tan pasada de vueltas y enrevesada que, en su parte final, me resulta imposible no arquear la ceja y decir. ¿todo este reguero de muertes se debe a esto? Hay que suspender mucho la incredulidad para cerrar el libro y no pensar que el autor se ha dejado llevar demasiado y ha sido devorado por su propio monstruo.
A medida que las historias se van interconectando, el autor japonés tiene que hilarlo todo y la narración se vuelve mucho más convencional
La oscura influencia del propio Uketsu se siente no solo en la estructura del libro, sino también en su tono. Su estilo, marcado por lo digital y la cultura de internet es como una bomba. Esa mezcla de lo cotidiano con lo perturbador es la que te mantiene en vilo, haciendo que, incluso en los momentos más oscuros, se perciba una especie de ligereza que disminuye la tensión a costa, eso sí, de llevarse por delante la verosimilitud.
Strange Pictures merece la pena porque es una experiencia literaria que trasciende su propio género. Y solo por sus dos primeros tercios es una novela que se devora con fruición. Pero la maestría de un autor se demuestra a la hora de cerrar la historia. Y es aquí donde yo creo que esta obra va a provocar muchos más "peros", sobre todo, en nuestra sociedad occidental.
Nuestra forma de enfrentarnos a la soledad, la depresión o los malos tratosdifieren mucho a cómo los enfrenta la sociedad japonesa. Nosotros, como grupo, solemos ser más de compartir el dolor. Ellos no. Se lo guardan todo dentro. Y, cuidado, no hay ningún problema con eso. El pero radica en las motivaciones que provoca que ese dolor se torne en muerte. Hay un abismo cultural insalvable. Pero aun así, estamos ante un libro que vais a devorar casi sin daros cuenta. Ese mérito no se lo puede quitar nadie.
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