Michael McDowell
Traducción: Carles Andreu
Editorial: Blackie Books
Fecha original de publicación: 1983
La riada lo ha arrasado todo. Dos hombres recorren en una barca las calles fantasmales de Perdido, un pequeño pueblo de Alabama. Buscan a los rezagados que hayan podido quedarse atrapados en los pisos superiores.Desde el interior de un habitación de hotel, una mujer espera pacientemente a sus rescatadores. Es una desconocida que apareció en el pueblo cuando comenzaron las lluvias. De alguna forma inexplicable no huyó cuando lo hicieron el resto de vecinos y asegura haber pasado los últimos días sin comer ni beber nada. Su aparición desencadenará un misterio más profundo y oscuro que las aguas que la trajeron hasta Perdido.
El autor concibió las seis novelas como publicaciones independientes que debían llegar al público de forma periódica
La saga Blackwater de Michael McDowell se edita por primera vez en nuestro país. Un éxito que ha arrastrado a millones de lectores mes a mes a las librerías en Francia e Italia. Su autor concibió las seis novelas que componen la serie como publicaciones independientes que debían llegar al público de forma periódica, ofreciéndonos la posibilidad de disfrutar ahora en España de esta historia tal y como fue creada originalmente.
La editorial barcelonesa Blackie Books apuesta por un autor desconocido en nuestro país, pero esencial para comprender la creación de la novela serial norteamericana de terror. Editada en formato de bolsillo con precios populares, cada dos semanas llegará a las librerías una nueva entrega, dando forma a un ambicioso proyecto que promete cautivarnos entre febrero y abril de este año.
Vidas bajo el agua
Cuando las aguas del río bajaron, el pueblo conservaba todavía el olor putrefacto que había dejado su caudal destructor. Elinor Dammert llegó igual que el limo que anegaba salones y dormitorios. Como una aparición de tez blanca y cabellos rojos, en cuestión de meses se convierte en una figura fundamental en la vida diaria de sus habitantes. Una presencia capaz de poner patas arriba las vidas de esta población del sur de Estados Unidos y remover su fondo.
Mientras que la matriarca de los Caskey, una acaudalada familia que controla el aserradero de Perdido, mira con desconfianza las intenciones de la recién incorporada maestra de la escuela, el resto de sus vecinos irán sucumbiendo a su amabilidad y encantos.
El río crecerá mientras conocemos más sobre sus personajes, en sincronía con sus vidas y amenazando constantemente con devorar con fauces negras a cualquiera que se ponga a su alcance. A medida que avanzamos entre las páginas de Blackwater veremos que nada es lo que parece bajo las aguas del río que lo surca.
Olvidado y reivindicado
Maestro de Stephen King y colaborador de Tim Burton en la elaboración de los guiones de 'Bitelchús' y 'Pesadilla antes de Navidad', Michael McDowell defendió siempre un trabajo entregado a la periodicidad del paperback: novelas cortas, adictivas y de bajo precio que solían publicarse en quioscos y librerías. "Escribo cosas para que lleguen a las estanterías el mes que viene, creo que es un error escribir para los años venideros", decía el que, según King, ha sido uno de los mejores dentro del género.
En ese esfuerzo se esmeró por trazar una literatura popular, con todos los elementos habituales en las novelas seriales, aunque con visos de la mejor literatura norteamericana en su centro. McDowell juega con las ambiciones de sus personajes para enfrentarles, darles una motivación sobre la que se encuentra siempre un velo de terror fantástico y ambientación gótica.
McDowell no necesita solo de monstruos terroríficos para que un escalofrío recorra la espalda de sus lectores
Los grandes maestros del terror como Lovecraft o Poe conviven en la obra del escritor con la gran novela americana. Faulkner describió mejor que nadie la vida en el sur de los Estados Unidos. La alargada sombra de la esclavitud, los pequeños aristócratas sudistas y su declive. El día a día de comunidades como Perdido, que bien podrían haber sido la Yoknapatawpha imaginaria de ¡Absalón, Absalón!.
Entre su ambientación costumbrista chapotean los visos de un terror que surge de la cotidianeidad. McDowell no necesita solo de monstruos terroríficos para que un escalofrío recorra la espalda de sus lectores. Quienes se adentren en la saga de Blackwater descubrirán que el miedo descansa muy cerca de sus víctimas, esperando el momento adecuado para cobrarse sus vidas y devolverlos al fondo de sus oscuras aguas.