Virginia Feito
Editorial: Lumen
Traductora: Gemma Rovira
Año de publicación original: 2025
Vivimos inmersos en la era de la erótica sangrienta. Hemos convertido a los asesinos en serie más famosos de este siglo en retratos humanos, erotizados hasta el punto de que no nos espantamos con un desmembramiento y en nuestro fuero interno nos repetimos: "Yo podría cambiarle".
No es de extrañar que cuando aparece una autora como Virginia Feito, sin miedo a apostrofar de vísceras y sangre a sus protagonistas, provoque un pequeño terremoto dentro del género que termine por atraer tanto a lectores como a grandes productoras. Es precisamente lo que ocurrió con su primera novela, La señora March y lo que la segunda, Victorian Psycho, viene a repetir.
Una novela sangrienta de inspiración victoriana donde todo es precisamente lo que parece y su protagonista se encarga de dejárnoslo claro desde el principio. Una protagonista que parece el resultado de una mezcla de Fleabag y un personaje de Ottessa Moshfegh, con toda la impronta de lo mejor del género y esa pizca de ironía e iconoclastia que ya ha convencido a la productora estadounidense A24 de adaptarla a la gran pantalla.
Orgullo sin prejuicios
Winifred Notty llega a Ensor House en calidad de institutriz. Un primer vistazo a la casa familiar transmite la sensación de tristeza y desesperación con la que terminará de llenarse en los siguientes meses. Notty no es una institutriz normal, avanzamos en todo momento desde el interior de una psicópata capaz de todo y sin prejuicio alguno contra la muerte en cualquiera de sus formas, aunque su secreto está a salvo entre la cruel sociedad victoriana.
El trabajo infantil, las costumbres encorsetadas o la más pura misoginia son solo algunos de los rasgos que identifican a sus contemporáneos. Los dueños de la casa aplican castigos crueles a criados y que extienden a sus propios hijos. Y en ese ambiente febril Notty es casi feliz. No desentonan sus deseos más primarios, camuflados entre los desaires de la putrefacta burguesía inglesa de la época.
Feito es capaz de construir a un personaje alejado de cualquier tipo de sentido o sensibilidad por lo vivo. Con un humor lo suficientemente ácido como para sacarnos una sonrisa maquiavélica entre mutilaciones e instintos homicidas. Aunque sin dejar de beber de novelas cumbre de la época victoriana, plagada de borrascosas descripciones lúgubres y tenebrosas que la hacen gravitar hacia el terror gótico.
De bestseller a taquillazo
No es de extrañar que su carismática protagonista ya haya sido congraciada con una actriz de carne y hueso para interpretarla. El honor lo tendrá Margaret Qualley a quien es imposible no imaginar a lo largo de las páginas de Victorian psycho lamiéndose los restos de sangre que resbalan por su antebrazo.
En los últimos años la productora A24 ha demostrado una sensibilidad por un tipo de personajes y tramas tan particulares como refrescantes de cara al panorama cinematográfico actual y que encajan de pleno con la obra de Feito. Es incluso esperanzador pensar que, en la era del remake, siguen existiendo historias que pueden casar perfectamente con un gran público sin desmerecer tramas, personajes y estilo literario.
Porque si de algo hace derroche su autora es de un estilo que sendas traducciones al castellano y catalán (porque hay que recordar que la escritora la concibió en inglés) han respetado e incluso amplificado. Por momentos podríamos tener la sensación de que es Jane Austen quien está detrás de sus renglones, pero una versión mucho más perversa. Es inevitable sentirnos un poco psicópatas nosotros también como lectores, dispuestos también a todo y con una sonrisa discreta en nuestras bocas.
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