Son como una obra de arte. Están diseñados para atraer. ¿Quién no ha echado una partidita a las míticas máquinas de pinball? Una partida, y otra, y otra, y la siguiente... Diversión y ocio entre colegas que puede acabar desembocando en otros juegos con un componente más, digámoslo así, peligroso. Son los llamados juegos de azar: la ruleta, las tragaperras o las apuestas deportivas.
Un entretenimiento que tiene una imagen asociada al lujo (e incluso al erotismo) de los casinos de Las Vegas y que solo es eso. Una imagen. Lo cierto es que puede tener consecuencias muy serias. Juan Francisco Navas y José César Perales son psicólogos y autores del libro Trampas, un viaje por la psicología y el juego de azar en el cine en el que comparten su experiencia como profesionales y científicos que han estado y están cerca de casos de adicción al juego.
Es un entretenimiento que tiene una imagen asociada al lujo
En la industria del juego nada es precisamente por azar. "Los juegos se diseñan para que exista una probabilidad que beneficie a la casa, es un producto que está diseñado para sacar rentabilidad, se diseña para hacer que la gente lo encuentre lo más atractivo posible", comentan estos profesionales que además son docentes de universidad, para añadir que a través de "las luces, los sonidos, el glamur... se consigue que una vez dentro tengas más ganas de seguir apostando".
Tanto el cine como la literatura han presentado los juegos de azar desde dos puntos de vista, así lo explica Juan Francisco Navas. Una perspectiva relacionada con el lado negativo del juego, y otra, que es por la que apuesta el espectador, que es la cara positiva. "Lo que más nos llama la atención es el cine que nos muestra el lado positivo, toda esa elegancia y atractivo que vemos, por ejemplo, en 'Casino Royale', la peli de James Bond. Es esa imagen de éxito y triunfo".
Pasatiempos... hasta que se cae en la adicción
Lo que muchos espectadores desconocen es que detrás de cada máquina hay matemáticos, ingenieros, diseñadores gráficos, incluso compositores de música. Todos a una con un fin: estimular al jugador, persuadirle para que siga apostando, para que no pare de jugar. "Hablamos de productos que se han refinado para conseguir atraparte de forma más fuerte y concienzuda", señala José César Perales, para afirmar que con intención o sin ella, los juegos de azar están diseñados "para que la posibilidad de ganar sea remota y para que no se pueda aprender a jugar".
Detrás de cada tragaperras hay matemáticos, ingenieros, diseñadores gráficos, incluso, compositores musicales
No cabe duda de que estos juegos entretienen, son pasatiempos, hasta que se cae en la adicción. "El deseo compulsivo de jugar es algo que se va aprendiendo, adquiriendo, hasta que llega un momento en el que la gravedad de esos problemas es grande, ahí es cuando hay que considerar que esa persona tiene un problema mental", argumentan los autores de Trampas.
En este sentido, añaden que la psicología del juego de azar radica en "hacer creer a la gente que se puede ganar y que además si eres inteligente vas a ser capaz de demostrar a los demás esas habilidades; porque ganar en el juego es algo más que ganar dinero, es demostrar a los demás qué y quién eres".
El sector se defiende
La otra cara de la moneda es el propio sector de los juegos de azar. Ellos defienden que son solo entretenimiento y una opción de ocio responsable, y aseguran que trabajan para poner fin a esa lacra que siempre les persigue: la adicción. Así lo explica Karen Sierra-Hughes, vicepresidenta en España de Gaming Laboratories International, empresa de consultoría y auditoría en la industria del juego, presente estos días en Madrid en la Feria Internacional del Juego 2024. "Somos uno de los sectores más regulados del mundo", indica.
Sierra-Hughes también asevera que la industria "se ocupa de entender dónde están los posibles efectos negativos" que puedan generar, con el fin de "trabajar para reducirlos y minimizarlos. Si pudiéramos hablar más de eso en diversos foros, fuera del nuestro, la sociedad nos entendería mejor" porque según defienden, se desconoce "lo que hay detrás de todo esto, los procesos son mucho más exigentes que en la mayoría de las industrias, estaría muy bien que pudiéramos hablar más de eso".
Un 17,9% de la población consume juegos de entretenimiento en casinos, salones de juego, bingos y salas de apuestas
Desde el Consejo Empresarial del Juego han hecho públicos los resultados de una encuesta propia sobre las tendencias de ocio de los españoles. Concluyen que un 17,9% de la población consume juegos de entretenimiento en casinos, salones de juego, bingos y salas de apuestas deportivas, un porcentaje que está casi dos puntos por encima de quienes se decantan por la pintura (16,1%), doblando al número de personas que tocan instrumentos musicales (9,6%) y quintuplicando a los que van a la ópera (3,3%).
Por otra parte, y si seguimos atendiendo a las estadísticas, España es el país europeo con mayor número de jóvenes adictos al juego.Uno de cada diez de entre 18 y 25 años que entra en un salón de juego o realiza apuestas online acabará desarrollando ludopatía . Estamos hablando de cifras muy serias. Un 63% de los menores de 25 años apostó de forma online en el último año.
Sea como fuere, lo cierto es que los juegos de azar condicionan vidas.