"Bares, qué lugares tan gratos para conversar" cantaba Gabinete Caligari. Y es que en los bares hemos llorado, hemos sufrido, hemos celebrado.
Son casi nuestra segunda casa, y todos han cerrado porque un virus odia precisamente todo lo que se hace en un bar. Odia que nos veamos, que hablemos, que nos besemos, odia que nos abracemos.
Esta situación acabará y los bares volverán a abrir. Pero tendremos que ver de qué formma volvemos, porque los clientes también tenemos lo nuestro. Y ya lo decía Fito Cabrales en su canción 'Tras la barra': "Siempre el cliente no tiene la razón".
¿Quién aguanta al que se ha tomado una copa de más? ¿Y a ese que se ha levantado con el pie izquierdo? "El bar me pareció un espacio perfecto y lo aproveché para hacer un homenaje a los camareros", dice Sergi Moreso, autor de 'El típico bar' (Lunwerg, 2020).
A través de viñetas cargadas de humor, Moreso ha querido retratar las situaciones, a veces surrealistas, que nos podemos encontrar en un bar. "A mí me gusta hablar de lo chungo, pinchar la burbuja y que entre la peste de fuera, retratar un poco la estupidez, el absurdo...".
Y con lo tensa que está la situación, seguro que no tardaremos la típica escena de un cliente dando lecciones de política. Antes de hacerlo, cuando todos regresemos a los bares, piensen en ellos, en los camareros y en su infinita paciencia.