En unos pocos segundos la genética derriba cualquier argumento racista. "El 99,9% de tu genoma y de mi genoma son prácticamente idénticos. Lo que nos diferencia es un 0,1%", asegura Lluís Montoliu, investigador del CSIC. "Tú y yo, cualquiera de nosotros, tenemos 20.000 genes, y son necesarios apenas dos o tres para cambiar el color de la piel de una persona".
"Solo son necesarios dos o tres genes para cambiar el color de la piel de una persona"
Los genes son nuestro libro de instrucciones vital. Nos lo explica Montoliu, también autor de 'Genes de colores'. "Acaban determinando cómo va a ser el color de nuestra piel, pelos y ojos", cuenta.
El azul no existe
Los de Paul Newman, por ejemplo, son historia del cine. Pero, ¿y si les dijéramos que no existen? "Es un efecto óptico. No existe el color azul".
¿La razón? Un bajo nivel de pigmentación en el iris. "Es lo que colorea nuestros ojos, hace que cuando incide la luz, se dispersen con mayor frecuencia las longitudes de onda más pequeñas, que son curiosamente las azules, las violetas y las verdes", aclara Montoliu.
Personas mutantes
Y hablando de colores, "las personas pelirrojas son mutantes", dice el investigador. Pero no se asusten, todos tenemos variaciones genéticas que nos definen. En el caso de los pelirrojos, producen un tipo de pigmento, "la melanina clara, que es la feomelanina, que es la única que son capaces de producir los pelirrojos".
Son estos genes de colores los que nos hacen únicos.