El Capitán Van Toch se encontraba en una isla próxima a la Polinesia, cuando se topó con una nueva especie de salamandra. Según su testimonio "salían del agua por la noche. Miles de ellas. Andaban erguidas y emitían un sonido siseante para comunicarse".
Pronto se le acercaron: "Iintentaban abrir las vieras para comérselas, pero sus manos son tan pequeñas que les cuesta, así que cogí mi navaja y se las abrí. Dentro de ellas, había perlas".
La explotación marina
Asombrado, vio cuán inteligentes eran, y cada noche acudía a la bahía donde se encontraban y acabó enseñándoles el manejo del cuchillo. Viendo la capacidad productiva que estos animales tenían, volvió a Praga, y gracias a G.H. Bondy y su empresa naval, distribuyó salamandras por todo el globo, consiguiendo que la oferta de perlas se disparase.
Como ya sabemos, la Andrias Scheuchzeri no se dedica solo a extraer perlas. Inglaterra, Francia o Estados Unidos utilizan estas salamandras para construir diques y fortificaciones submarinas, lo que ha llevado a que surjan sindicatos obreros que ven amenazado su trabajo por unos animales que no cobran ningún salario.
Diferencias insalvables
En universidades como Harvard, Berkeley u Oxford, ya existen catedráticos salamandra, algo que aún despierta asombro, pero que es el fruto del trabajo realizado por las asociaciones pro derechos de las salamandras. Sin embargo, una de ellas advierte: "Se producen agresiones contra nosotras en todas las playas". Las tensiones parecen cada vez mayores.
El mundo real de 1936
Esta crónica podría referirse al estado del mundo en la primera mitad del siglo XX. El autor checo Karel Čapek, escribió 'La guerra de las salamandras' en 1936, después de ver los estragos del colonialismo y la Primera Guerra Mundial, así como las derivas que estaba tomando el imperialismo alemán o japonés.
Una crítica a las sociedades esclavistas, al capitalismo y a las jerarquías humanas. Eso sí... las salamandras, como los nativos de las colonias o los negros en Estados Unidos, acabarán reclamando lo que les pertenece.