A estas alturas podemos decir que conocimos poco y mal a Maria Schneider.

"Maria fue reducida a una sola escena de una sola película, 'El último tango en París", nos cuenta su prima Vanessa, que nos atiende desde la capital francesa.

Un vida marcada por una escena

Vanessa Schneider es periodista y escritora, y ahora acaba de publicar en España la biografía de su prima con la que pretende cambiar la imagen que tenemos de ella. Porque muchos quieren reducir la vida de Maria Schneider a una película, a una secuencia. Pero resulta inevitable que su sombra atraviese todo el libro.

"Los paparazzi la perseguían y en la calle la insultaban porque la asociaban al rol que tenía en la película"

Aquella escena fue un abuso sexual real proyectado en cines de todo el mundo, su padre dejó de hablar con ella, en restaurantes y en aviones le traían mantequilla mientras le guiñaban un ojo con sorna. "Los paparazzi la perseguían y en la calle la insultaban porque la asociaban al rol que tenía en la película", recuerda su prima.

Maria, que ya venía de una familia difícil (su madre no la quiso jamás y su padre, que la engendró en una relación extramatrimonial, estuvo ausente), acabó metiéndose la vida en vena como si no quisiera conservar nada del caché de la película que la hundió.

Maria vista por su prima

Esta biografía nace del amor y la admiración más profundas. "Me gustaría -cuenta Vanessa Schneider- que la gente la recordara como la recordamos la familia: no solo como una gran actriz, sino también como una mujer magnética y carismática". La que conquistó con ese carisma a Antonioni, a Bob Dylan o a Patti Smith, que le escribió una canción.

Vanessa Schneider: "Este libro ha sido mi manera de hacerle las preguntas que no le hice en vida"

"Este libro ha sido mi manera de hacerle las preguntas que no le hice en vida", dice la autora. Y gracias a esas preguntas descubrimos en estas páginas a una mujer que tenía el don de hacer reír a los demás y que supo decir que no a una industria que solo quería verla desnuda.

Murió joven, pero amada, por fin, por una mujer maravillosa. Brindaron con champán en sus últimos días y se despidió asegurando haber tenido una vida bonita. Si ella lo creyó así, quiénes somos los demás para decir lo contrario.

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