Decía Oscar Wilde que el verdadero misterio está en lo visible. Quizás por eso nos seguimos preguntando sobre los misterios de obras que llevan siglos siendo admiradas.
Uno de los mejores ejemplos para hablar de secretos escondidos en cuadros lo pintó Velázquezy siempre fue conocido como 'Las hilanderas'. Pero siglos después, el descubrimiento de la fábula de Aracne en el tapiz del fondo le ha dado una segunda vida y muchos significados posibles.
El hallazgo de este detalle cambió por completo la concepción de aquel taller de mujeres hilanderas. Según cuenta Óscar Martínez, profesor de Historia del Arte y autor de 'El eco pintado', "el tapiz envía mensajes al rey Felipe IV sobre la vanidad a la que no se deben abandonar los gobernantes, pero también sobre la materia y el objeto, sobre mitología y el paso del tiempo".
La metapintura
En esto consiste la metapintura: en encerrar cuadros dentro de otros como si fueran cofres llenos de enigmas. Al introducir unas imágenes dentro de otras, se genera este recurso metaartístico que Óscar Martínez identifica con las muñecas rusas por la forma en la que "van descubriendo misterios, unos dentro de otros".
También jugaron a encerrar imágenes dentro de cuadros otros artistas como Pablo Picasso, quien dejó una pista en la pared de 'La habitación azul'. Gracias a un cartel de Toulouse-Lautrec podemos entender en qué momento se encontraba el pintor y cómo asumía el cambio de siglo.
"Se genera un diálogo entre el Picasso joven de 1901 con 20 años, que está en París viviendo una vida bohemia y acaba de pasar por un momento muy dramático, y ese pintor francés que acababa de fallecer", explica Óscar Martínez, para quien este cartel establece un perfecto diálogo entre el siglo XIX y el nuevo siglo XX.
En estas obras, entre muchas más, bucea el autor de 'El eco pintado'. Se sumerge en los cuadros dentro de cuatros, espejos y reflejos de veintitrés piezas de arte que encierran historias más allá de lo visible.
Aunque no dedica un capítulo único a 'Las meninas', es la obra que sobrevuela todo el libro. Cuatro siglos después de que Velázquez la pintara, todavía es uno de los cuadros que más secretos contiene. Además de observar el cuadro visto por detrás, que es el que está pintando Velázquez y los retratos del fondo, Martínez nos pide que fijemos la mirada en el espejo del centro. "Es el vórtice alrededor del que giran todos los personajes, el que rompe la cuarta pared y genera todo el misterio".
Este libro descubre esos secretos encerrados en obras en las que quizás no habíamos mirado lo suficiente. Porque todavía quedan muchos misterios por conocer en el fondo de los cuadros. Misterios que mantienen vivo al arte.