El Reichstag, sede del Parlamento alemán, es parada obligatoria si viajas a Berlín. Protagonista de la última gran batalla Europea, descubrimos algunos de los secretos que guarda de la mano de Paloma Sánchez-Garnica, autora de 'Últimos días en Berlín' -novela finalista del Premio Planeta 2021- .
Entre las paredes de sus habitaciones se libró una de las batallas más sangrientas de la Segunda Guerra Mundial, la Batalla de Berlín. Corría el 30 de abril de 1945 cuando los soviéticos comenzaron su asalto -recordemos que desde el incendio de 1933, el Reichstag estaba en desuso-, pero no fue hasta tres días después cuando se hicieron con el control del edificio. Fue la noche del 2 de mayo, "para Stalin era muy importante llegar al Reichstag como símbolo de la fortaleza nazi, como símbolo de haber doblegado al pueblo alemán", cuenta Sánchez-Garnica.
La euforia de aquel momento lleva a pensar que la famosa foto de la bandera rusa ondeando en el Reichstag fue tomada aquella noche. Pero no. Se tomó una imagen, pero no es la que todos tenemos en nuestra retina y encabeza estas líneas. Hubo que repetir la foto al día siguiente -la madrugada del 2 al 3 de mayo- porque el soldado ruso que portaba la bandera llevaba demasiados relojes alemanes en su muñeca, desvela la autora de 'Últimos días en Berlín' -novela finalista del Premio Planeta 2021-.
En 'Últimos días en Berlín' aparecen míticos enclaves de la ciudad y relata "historias contadas a pie de calle en una época devastadora, pero también fundamental para Europa", explica la finalista del Premio Planeta.