En Navidades cometemos excesos culinarios. Pero también solemos hacerlo antes de las fiestas. En las cenas y comidas con amigos (algunas se están suspendiendo por la preocupación del aumento de casos de COVID-19) y en otros eventos prenavideños que nos hacen comer y beber más de la cuenta.
Porque (casi) siempre comemos más de la cuenta y (casi) siempre comemos más de todo: más dulces, más salados, más grasas... y más calorías. Por ello, es importante cuidarnos desde ahora mismo para no acumular este posible exceso que hagamos ahora, en la prenavidad, a los que hagamos luego, en fiestas navideñas.
"Porque todos los posibles excesos que se hagan antes, que hagamos ahora, se van a sumar después al exceso asegurado de la Navidad y de los días festivos", afirma a laSexta María Merino, dietista-nutricionista, creadora de la plataforma Comiendo con María y autora de 'Desayuno con garbanzos'. Y cuanto más acumulemos, peor. Porque el "aumento de kilos que hacemos en Navidad es de grasa, especialmente por todo el azúcar de más que solemos tomar", explica. Así, cuantos más kilos acumulemos, más difícil será después perderlos.
Por ello, es importante no esperar a que se terminen las navidades para cuidarnos o para comer sano, "porque si no estaremos haciendo excesos durante todas las navidades (también antes) y no sólo durante los días festivos (24, 25 y 31 de diciembre y Reyes) que es cuando de verdad toca hacer esos excesos de comida porque son, de verdad, los días festivos", recomienda la experta.
Pero no sólo es importante cuidarnos ahora, sino también hacerlo durante las fiestas: por ejemplo, entre la Nochebuena y la Nochevieja transcurre una semana y otra semana casi entre fin de año y Reyes. Por ello, "es clave cuidarse antes, durante los días festivos y después", indica. A continuación, explicamos cómo hacerlo. Basta con seguir estas tres claves o consejos.
1. Compra el turrón uno o dos días antes de Nochebuena
Un truco importante para comenzar a cuidarnos desde ya mismo es no llenar desde mediados de diciembre, incluso mucho antes, la despensa de dulces y turrones.
"Si lo tenemos en casa, nos lo comemos. Y al final estaremos comiendo turrón desde mucho antes del día 24 y 25 de diciembre", explica la experta. Por ello, lo mejor es comprarlos un día antes de Nochebuena, dos como mucho. "El turrón no se va a acabar de los supermercados", sostiene la experta.
No llenemos la despensa de dulces y turrones antes de Navidad: si no los tenemos en casa nos lo comeremos antes y no los días festivos, que es cuando tocaría comerlos
Otra cuestión importante es comprar únicamente los dulces que sean necesarios. Es decir, si somos 4 en la mesa, comprar dulces para 4 personas y no para 16. Porque si no, igualmente nos pasaremos todo lo que duran las Navidades comiendo y picoteando dulces.
"Todo lo que compremos de más, nos lo terminamos comiendo. O bien acumulándolo o tirando. Por tanto, mejor que no los haya. Comprar sólo los justos y necesarios para comerlos los días que tocan", aconseja. Según un estudio de la aplicación Too Good To Go, en navidades se desperdicia hasta el 20% de la comida que se compra.
2. Comer alimentos antiinflamatorios y antioxidantes
La segunda clave o consejo es seguir una dieta sana, más estricta de lo normal e incluir en ella alimentos antiinflamatorios y alimentos antioxidantes.
Antes de nada, es importante explicar que "dieta significa estilo de vida alimentario", asegura Merino. "Y tenemos que crear nuestro propio estilo: una dieta que nos permita, con control, comer lo que nos apetece, pero que sea saludable y también flexible, que respete nuestras apetencias y que sepa a la vez gestionar eventos o situaciones en los que comemos más (y diferente) como son las Navidades, los puentes, las escapadas o las bodas, bautizos y comuniones de tres días".
Hay que saber enfrentarnos a ciertas situaciones de la mejor forma posible. A situaciones que nos hacen salir de nuestros hábitos y rutinas dietéticas. Por ello, "es recomendable que los días previos a un evento de una situación de exceso llevemos una dieta saludable más estricta de lo habitual. Una dieta en la que haya la menor cantidad de azúcar posible, la menor cantidad de harinas blancas y de alimentos que la contengan: dulces, rebozados, fritos… y también que sea más baja en sal", explica.
Y a esta dieta, libre, más baja en azúcar, en harinas blancas y en sal de lo normal, es clave que sumemos de manera más consciente alimentos antiinflamatorios y alimentos antioxidantes "para contrarrestar, en prevención, a los excesos que vendrán en los días estrictamente festivos", apunta Merino.
Alimentos antiinflamatorios son todos los alimentos con omega 3 (pescado azul, nueces o semilla de chía) y las frutas como los arándanos, las frambuesas, la papaya o los frutos rojos. También hierbas y especias como el jengibre y la cúrcuma, la canela o el clavo.
Una dieta en la que haya la menor cantidad de azúcar posible, harinas blancas y sal, e incluir alimentos antiinflamatorios y antioxidantes
Y alimentos antioxidantes como son todos aquellos que alimentos ricos en vitamina C (como son todos los cítricos) y ricos en vitamina E (como los frutos secos). Otras familias de antioxidantes son los carotenoides presentes en zanahorias, espinacas, sandía... o polifenoles presentes fundamentalmente en frutas, verduras y semillas.
Se trata en definitiva de aumentar el consumo de frutas y verduras durante estos días prenavideños e intentar disminuir en la medida de la posible aquellos alimentos inflamatorios como son el azúcar o las harinas blancas.
El objetivo es el de "preparar al cuerpo para las comidas de los días festivos. De esta forma podemos comer (casi) lo que queramos en los días estrictamente festivos. Tampoco se trata de comernos una tableta entera de turrón pero sí podremos disfrutar más tranquilamente de esas comidas, sin sentirnos mal después. Porque nos lo comemos el día que toca y no durante todas las navidades", sostiene Merino.
No obstante es importante tener en cuenta las posibles patologías y enfermedades de cada persona: en ese caso, es importante seguir siempre, también en días festivos, las indicaciones de los médicos y especialistas.
3. Controla con el alcohol (aporta calorías vacías)
Disminuir el consumo de alcohol es clave. "El alcohol es junto con el azúcar lo más inflamatorio que hay", afirma Merino. Y en estos eventos de prenavidad y Navidad solemos tomar (también) más alcohol de la cuenta.
"Y todo ese consumo que hacemos de alcohol se trasforma en grasa, porque el alcohol sólo tiene calorías vacías, que se acumulan en nuestro cuerpo en forma de grasa", explica la experta. Además, produce inflamación (es uno de los alimentos y bebidas que más inflamación produce) y desinhibe, con lo que cual hace que bebas más porque nos hace pensar que no pasa nada, que todo da igual", indica Merino.
Por último, debemos recalcar también que aunque el alcohol es bebida es de las cosas que más engorda: "Parece que como no lo comemos, que como no es comida, no engorda. Y para nada es así", concluye Merino. En resumen, el alcohol engorda, es inflamatorio y desinhibe, por lo que hace que tomemos más.
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