Desde hace unos años, la ciencia ha venido demostrando que un estilo de vida saludable reduce el riesgo de tener un cáncer. La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que "alrededor de un tercio de las muertes por cáncer se deben a al consumo de tabaco, a un elevado índice de masa corporal, al consumo de alcohol, a una baja ingesta de frutas y verduras y a la falta de actividad física".
Según la OMS, entre el 30% y el 50% de los cánceres se pueden evitar reduciendo los factores de riesgo y aplicando estrategias preventivas de base científica. De ahí la importancia de mantener un estilo de vida saludable.
En concreto y en lo que se refiere directamente a la alimentación, "está demostradísimo que llevar una dieta sana -dentro de un estilo de vida saludable- previene al menos 1 de cada 3 cánceres", afirma a laSexta la Dra. Emilia Gómez Pardo, doctora en Bioquímica y Biología Molecular y asesora en temas de nutrición y salud de CRIS contra el cáncer, quien ayer lunes impartió la charla online 'La alimentación y otras claves principales para prevenir el cáncer' con motivo del Día Mundial del cáncer que se celebrará este viernes 4 de febrero.
Pero ¿qué significa realmente llevar una dieta saludable que disminuya el riesgo de cáncer? Es importante tener claro que "la ciencia ha demostrado que no hay ningún alimento concreto, fuera de un patrón de alimentación saludable, que ni prevenga ni que provoque; sino que lo que de verdad protege es llevar un patrón de alimentación saludable que cuanto más mantenido y sostenido en el tiempo, más impacto positivo tendrá en nuestra salud y en la prevención contra el cáncer", asegura.
No hay ningún alimento concreto, fuera de un patrón de alimentación saludable, que ni prevenga ni provoque. Lo que de verdad protege contra el cáncer -según la ciencia- es llevar un patrón de alimentación saludable
Es importante mantener una alimentación saludable y prevenir el sobrepeso y la obesidad que son factores de riesgo importante en muchas enfermedades, entre ellas el cáncer. "Hay mucha gente que no sabe que el sobrepeso está relacionado con un número muy importante de tipos de cáncer: por ejemplo, hay una relación directa con el cáncer de mama, el más frecuente en mujeres", explica.
Y el sobrepeso y la obesidad tienen además, "un efecto independiente de la alimentación porque entre otras cosas, detrás de ese sobrepeso subyace un proceso de inflamación crónico que es un ambiente propicio para el desarrollo de un cáncer. De ahí la importancia de evitar el sobrepeso y la obesidad por una cuestión puramente de salud", afirma la profesional.
Patrón de dieta saludable
No se trata de prohibir ningún alimento pero sí de consumir preferentemente y mayoritariamente unos frente a otros. Como hemos dicho ya, lo que de verdad protege y disminuye el riesgo de cáncer es llevar una patrón de dieta saludable.
Según enumera Gómez Pardo, es importante llevar una alimentación mayoritariamente -que no exclusivamente- de origen vegetal. Así es importante que haya un buen consumo de: frutas y verduras (5 raciones al día), frutos secos (al natural y sin sal), legumbres, cereales integrales y de hierbas y especias.
"Todo lo que viene del mundo vegetal además de aportarnos todos los nutrientes que necesitamos, nos va a aportar dos cosas básicas para prevenir el riesgo de cáncer. Por un lado, gran aporte de fibra que solo procede del mundo vegetal y en segundo lugar estos alimentos contienen fitoquímicos o compuestos bioactivos -que solo los podemos conseguir de las plantas- que tienen funciones muy importantes en el cuerpo: antioxidante, antiinflamatorios, reparan las mutaciones del genoma, evitan la multiplicación de las células cancerígenas, etc", explica esta profesional.
Por otro lado, en cuanto a la alimentación de origen animal, -añade la doctora- es recomendable también "el consumo de pescados (tanto blancos como azules); de huevos y de carnes blancas (las carnes rojas mejor reducir su consumo y tomarlas de forma más ocasional). También es recomendable y bueno el consumo de lácteos (unas 2-3 raciones al día, según edad y necesidades)".
Es importante llevar una alimentación mayoritariamente, que no exclusivamente, de origen vegetal (frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, frutos secos y especias). También es recomendable y bueno el consumo de pescados, carnes blancas, huevos y lácteos
Por último, cabe mencionar también la importancia de las llamadas grasas saludables (buenas también para la saluda cardiovascular) presentes en el aceite de oliva virgen, en los frutos secos, en el pescado azul y frutos como el aguacate.
Por otro lado, y dentro de este patrón de alimentación, es importante reducir el consumo de algunos alimentos y bebidas que no son buenos para la salud: alimentos ultraprocesados, carnes procesadas, bebidas azucaradas y alcohol. "Cuando nuestra alimentación se basa en estos alimentos (en España el 30% de la calorías provienen de ahí) nuestra alimentación se convierte en una dieta pobre en nutrientes y en fibra y muy alta en grasas (grasas malas), azúcares y sal", explica la experta.
Mención especial merece el alcohol. "Es un tóxico que provoca hasta el 5% de los cánceres a nivel mundial. Estamos hablando de 600.000 muertes al año", sostiene la bioquímica. Además, el acetaldehído -que es un producto del metabolismo del alcohol- es un mutágeno, es decir, incide directamente en el genoma y eso produce mutaciones. Además es adictivo", añade.
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No es fácil llevar un estilo de vida saludable por el ritmo de vida que llevamos pero sin duda, merece la pena intentarlo", asegura la experta: "Cualquier pequeño cambio que se haga tiene mucho impacto en la salud. Por ejemplo, podemos hacer algo sencillo: asegurarnos de que haya una ración de verduras en la cena y en la comida". Por último, no debemos olvidarnos del ejercicio físico: es fundamental hacer ejercicio de forma regular y continuada en el tiempo pero también movernos y romper con el sedentarismo.