Psicología
"Anticípate y prepara las expectativas": qué hacer ante el enfado o la desilusión de los niños cuando los Reyes Magos no les traen lo que piden
Anticiparse es clave "Antes de la llegada de los regalos, podemos hacer un trabajo muy valioso con ellos para prepararles emocionalmente", explica a laSexta la psicóloga María Padilla, quien ofrece nos algunos consejos para manejar esta posible situación.
Quién no se ha excedido alguna vez en su carta a los Reyes Magos, en este día la magia y la ilusión acampan a sus anchas y en ocasiones, nos dejamos llevar por los imposibles. Normalmente, los niños y niñas suelen aceptar de buen agrado (y con enorme entusiasmo) lo que le traen sus majestades, pero en ocasiones puede que se sientan tristes porque su rey mago favorito no le ha traído ese juguete que tanto deseaba.
Un juego que lleva "toda la vida" pidiendo, una bicicleta de la marca nosecuantitos o cualquier otro sueño en forma de juguete que nunca llega la mañana del 6 de enero.
"No es extraño que en estas ocasiones -y excepciones- aparezcan el enfado o la tristeza", afirma a laSexta la psicóloga María Padilla, directora del centro Capital Psicólogos. Pero es importante tener en cuenta que "desde la psicología infantil, estas emociones no son malas. De hecho, son una oportunidad perfecta para que los pequeños aprendan a manejar la frustración".
Recordemos además, añade la experta, que "su mundo emocional todavía está en formación, y la Navidad es una prueba grande para ellos: aprenden sobre deseos, límites y realidad".
Por ello, el gran truco para que esto no suceda es, el día antes de Reyes, ir preparando las expectativas. Esto es, "la clave está en anticiparse: antes de la llegada de los regalos, podemos hacer un trabajo muy valioso con ellos para prepararles emocionalmente", asegura Padilla, exponiendo tres consejos que podemos seguir:
- Introduce la magia de la elección. Explícales que los Reyes Magos reciben miles de cartas y que tienen que elegir lo que creen que será más adecuado para cada niño. Esto no solo evita la decepción, sino que les enseña a aceptar que no siempre tendrán todo lo que quieren.
- Enfatiza otros valores de la Navidad. Habla con los pequeños/as sobre la importancia de compartir, del cariño de la familia y amigos y la gratitud por lo recibido. Puedes, por ejemplo, contar historias donde los protagonistas valoren lo que tienen más allá de lo material.
- Practica la gratitud. Antes del día de Reyes, podéis hacer juntos una lista de cosas bonitas que ya tienen o actividades que disfrutan como familia. Esto pone el foco en lo positivo y les ayuda a apreciar lo que tienen.
Y además, algo muy importante que los niños/as deben saber es que no tienen que tenerlo todo. "No darles todo lo que piden no es un castigo, sino una forma de enseñarles lecciones importantes para la vida. La capacidad de tolerar la frustración es esencial para su desarrollo emocional, ya que les prepara para un mundo donde no siempre obtendrán lo que quieren", afirma la psicóloga.
Además, explica que demasiados juguetes no solo sobreestimulan, sino que les hacen menos creativos: "Con pocos juguetes, los niños inventan juegos, usan su imaginación y valoran más lo que tienen"; algo esencial para su desarrollo como personas".
Cómo manejar la frustración el mismo día de Reyes
Si llega el momento, la mañana del 6 de enero, y el niño/as se muestra triste o enfadado porque no ha recibido lo que esperaba, porque a lo mejor piensa que se ha portado mal o los Reyes no le quieren, ¿cómo podemos manejar, en tiempo real, esa frustración? Igualmente y para este momento concreto, Padilla ofrece algunos consejos claves que seguro, pueden ayudarnos.
En primer lugar, aconseja la experta, es importante validad sus emociones. "Dile que entiendes cómo se siente con frases como 'veo que estás triste porque no trajeron lo que querías. Es normal sentirse así'. Esto les ayudarán a sentirse comprendidos y escuchados".
De igual forma, es clave evitar comentarios del tipo '¡Qué desagradecido eres!' o '¡Ya quisieran otros niños tener esto!', solo empeorará la situación: "El objetivo no es culparles, sino guiarles".
En segundo lugar, es importante redirigir la atención a los regalos que sí le han traído: "Haz énfasis en su magia o utilidad. Por ejemplo: ¡Mira qué bonito este coche! Seguro que los Reyes pensaron que te encantaría", defiende Padilla.
Y a continuación, enséñales a agradecer las cosas que le han regalado: "Anímales a agradecer lo que han recibido, y si es posible, podéis escribir una nota de agradecimiento a los Reyes. Esto transforma el enfoque hacia el aprecio y les calma".
"El enfado o la tristeza por los regalos es, en el fondo, una oportunidad para que aprendan a adaptarse a las adversidades. Si les ayudas a gestionar esta pequeña frustración con empatía y guía, les estarás dando herramientas para lidiar con retos mayores en el futuro", insiste la psicóloga.
Además, la magia de Reyes Magos no está en los juguetes en sí, sino en las emociones, los recuerdos compartidos y los valores que transmitimos. Por lo que "gestionar la frustración es un regalo más grande que cualquier juguete: es la llave para que nuestros hijos crezcan más resilientes, agradecidos y felices", finaliza Padilla.