Las enfermedades respiratorias se multiplican
Cómo afectan las bajas temperaturas a nuestro cuerpo y cómo protegernos: cuatro consejos para cuidar las mucosas
El frío debilita nuestras defensas naturales, incrementa el riesgo de enfermedades respiratorias y afecta a la piel y al corazón. Aprende a prevenir sus efectos con medidas clave.
El invierno trae consigo un descenso considerable de las temperaturas, lo que impacta directamente en nuestra salud. Según Cristina Casado, experta en enfermedades respiratorias de la Sociedad de Médicos de Atención Primaria, "el frío altera el sistema de protección natural de nuestras mucosas". Estas tienen una fina capa de humedad que las mantiene activas y protegidas. Sin embargo, el frío las reseca, dejándolas rígidas y menos eficaces para calentar el aire que respiramos.
Además, los cilios —unos pequeños "pelillos" que recubren las vías respiratorias y ayudan a repeler la fijación de virus— también se ven debilitados, facilitando que microorganismos como los de la gripe se adhieren con mayor facilidad. Esto, sumado a un sistema inmunológico comprometido, hace que las enfermedades respiratorias se multipliquen durante esta época.
Las bajas temperaturas no solo afectan las vías respiratorias, sino también al corazón y la piel. Para mantenernos calientes, nuestro corazón tiene que bombear más rápido, ya que los músculos consumen más energía. Esto puede agravar enfermedades cardiovasculares preexistentes. Incluso nuestra piel sufre, ya que el frío la deshidrata y la vuelve más vulnerable.
Cómo protegerse del frío
Para evitar estos efectos negativos, los expertos recomiendan tomar medidas específicas:
- Proteger las mucosas: Salir abrigado y cubrir puntos clave como cuello, cabeza y manos. Es importante respirar por la nariz, ya que calienta y humedece el aire antes de que llegue a los pulmones.
- Mantenerse hidratado: La hidratación es fundamental, no solo para la piel, sino también para las mucosas.
- Nutrición adecuada: Según una nutricionista consultada, podemos optar por infusiones calientes con especias como jengibre, cúrcuma o canela, que ayudan a mantener la temperatura corporal y fortalecen el sistema inmunológico. También es recomendable tomar caldos calientes, ricos en nutrientes.