El diente de león común (Taraxacum officinale) es una planta herbácea de la familia de las asteráceas con hojas lobuladas y dentadas, y una raíz central larga y gruesa.

Sus flores amarillas forman grandes ramilletes y se pueden observar en primavera y verano en praderas ricas para la apicultura. Esta planta segrega una savia lechosa en todas sus partes. El diente de león es oriundo de Europa, Asia y América del Norte, pero también crece salvaje en China.

El nombre de diente de león con el que popularmente se conoce en casi todos los idiomas se debe a la forma de sus hojas, como dientes puntiagudos y curvos.

Sin embargo, otros nombres hacen referencia a sus propiedades. Así, el castellano taraxacón o el italiano tarassaco vienen de su nombre en latín Taraxacum que quiere decir "remover" y hace alusión a sus propiedades suavemente laxantes.

¿Qué es el diente de león?

Aunque a menudo se considera una "mala hierba" que crece en los jardines, el diente de león es valorado por sus propiedades medicinales en diversas culturas, según un estudio publicado en Elsevier. Se ha utilizado tradicionalmente como diurético, antiinflamatorio, digestivo y para tratar problemas de la piel, entre otras tantas aplicaciones.

Además, sus hojas jóvenes y tiernas son una fuente rica en vitaminas y minerales, y se pueden utilizar en ensaladas y otros platos. Por lo tanto, a pesar de su humilde apariencia, el diente de león es una planta versátil y muy valiosa.

Propiedades y beneficios del diente de león para el organismo

Estos son algunos de los potenciales beneficios que tiene el diente de león:

  • Fuente de antioxidantes: estos neutralizan los efectos dañinos de los radicales libres, que aceleran el envejecimiento y la progresión de ciertas enfermedades. El diente de león contiene beta-caroteno, un antioxidante que protege las células del daño. Además, la flor del diente de león contiene flavonoides y polifenoles, otros tipos de antioxidantes.
  • Regulación del azúcar en sangre: hay evidencias que sugieren que el diente de león contiene compuestos que podrían ayudar en la regulación del azúcar en sangre. Existen hipótesis sobre que el diente de león se podría usar para ayudar a tratar la diabetes tipo 2.
  • Reducción de la inflamación: ciertos químicos presentes en el diente de león tenían efectos positivos en la reducción de respuestas inflamatorias. No obstante, el estudio en el que se descubrió esto, se realizó en células y no en humanos, lo que significa que se necesita más investigación.
  • Reducción del colesterol: el diente de león contiene compuestos bioactivos que podrían ayudar a reducir el colesterol en una persona.
  • Disminución de la presión arterial: las hojas de diente de león son una buena fuente de potasio y hay evidencia clínica que demuestra que el potasio puede ayudar a reducir la presión arterial.
  • Reducción del riesgo de cáncer: investigaciones limitadas, pero positivas han indicado que el diente de león podría ayudar a reducir el crecimiento de ciertos tipos de cáncer, como el de hígado. Otras investigaciones han mostrado beneficios similares para el cáncer de colon, mama, páncreas y próstata. Sin embargo, al igual que con otros beneficios potenciales, se necesitan más estudios.
  • Fortalecimiento del sistema inmunológico: los dientes de león ayudan a limitar el crecimiento del virus de la hepatitis B en células humanas y animales en tubos de ensayo, entre otros. No obstante, se necesitan más investigaciones para determinar el impacto de los dientes de león en el sistema inmunológico.
  • Ayuda en la digestión: algunas personas utilizan el diente de león como remedio tradicional para el estreñimiento y otros problemas digestivos. Un estudio en roedores que investigó el efecto de los dientes de león en la digestión encontró que ciertos compuestos químicos presentes en los dientes de león mejoraron el vaciado gástrico.
  • Mantener la piel saludable: un estudio de 2015 en células de la piel en un tubo de ensayo encontró que el diente de león podría reducir el impacto de un tipo de luz UV dañina. Proteger la piel del daño UV puede ayudar a prevenir el envejecimiento prematuro.
  • Mejora de la salud del hígado: el diente de león podría ayudar a prevenir y tratar algunas enfermedades hepáticas, incluyendo lesiones hepáticas inducidas por acetaminofeno (AILI), enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD) y daño hepático relacionado con el alcohol. Sin embargo, no todas las investigaciones se realizaron in vivo o en humanos, por lo que se necesitan más estudios para determinar si el diente de león puede ser utilizado medicinalmente con estos propósitos.

Cómo tomar el diente de león

Hay varias maneras de tomar diente de león, se puede hacer en una tisana, o en suplementos que la contengan. También en gotas, cápsulas de polvo o de extracto seco, ya sea de las hojas, la raíz, o una mezcla de ambas.

  • Si se trata de la raíz, la dosis es la equivalente a 3-5 g, hasta tres veces al día.
  • En el caso de las hojas, el equivalente a 4 a 10 g, hasta tres veces al día.
  • En el caso de mezcla de raíz y hojas 3,5 – 7,5 g, hasta tres veces al día.
  • Para las gotas y cápsulas de polvo, se recomienda seguir las instrucciones del laboratorio fabricante.

Para preparar una tisana de diente de león se recomienda llevar a ebullición una o dos cucharaditas de diente en unos 150 ml de agua. Retirar del fuego y dejar reposar unos 15 minutos. Filtrar y edulcorar al gusto. Se puede tomar una taza de infusión recién preparada por la mañana y otra por la noche.

Diente de león: contraindicaciones y efectos adversos

El diente de león posee una baja toxicidad y es probable que sea seguro para la mayoría de las personas. No obstante, consumir mucho diente de león puede tener un efecto negativo en la salud. En particular, puede afectar a las personas diabéticas o que toman medicamentos como anticoagulantes, litio o diuréticos.

Además, hay estudios que señalan que el diente de león posee acción estrogénica, por lo que puede estar contraindicado en pacientes con cáncer sensible a estrógenos.

Otras personas que no deben tomar diente de león son:

  • Alérgicos a ambrosías
  • Consumidores de antibióticos
  • Pacientes con insuficiencia renal
  • Personas que sufren eccemas