El pan es sin duda uno de los alimentos casi imprescindible en nuestra cultura y la variedad de panes es realmente infinitiva. Pero es importante saber que no todos los panes serían saludables para tomar a diario. Es importante que si nos gusta el pan, si somos de verdad paneros, y lo incluimos de forma habitual y diaria en nuestra dieta, saber elegir uno de calidad: que aporte fibra y carbohidratos de calidad.

Dicho de otro modo, es bueno y fundamental, sobre todo si queremos cuidar nuestra alimentación y por ende, nuestra salud, saber las diferencias que existen entre los panes que podemos encontrar.

"Todas las culturas tienen en su gastronomía alimentos que son fuente de hidratos de carbono: unas utilizan el arroz, otras la pasta, otras la patata y en nuestro caso, el pan. Pero el pan que se hace ahora de forma masificada tiene muy poco que ver con el verdadero pan", afirma a laSexta.com Laura Isabel Arranz, doctora en Alimentación y Nutrición y profesora de la Universidad de Barcelona.

Así, y según explica Arranz, "el pan es un producto derivado de cereales que se crea gracias a un proceso largo de fermentación y a un horneado posterior. En la actualidad, hay mucho pan de elaboración rápida con aditivos y fermentaciones cortas, algo que ha facilitado la disponibilidad, pero que ha ido, en contra y en detrimento de su calidad y propiedades".

Las 3 características de un buen pan

Cuando vayamos a comprar un pan, es importante fijarnos en 3 aspectos: en la fermentación, si es o no integral y si es o no ecológico. De este modo, y según expone la doctora Arranz, el mejor pan es aquel que:

  • Está hecho con fermentación lenta (métodos tradicionales)
  • Es 100% integral (o un % alto)
  • Está elaborado con harinas ecológicas

"Si no encontramos fácilmente un pan que cumpla con las 3, intentemos que al menos lo haga con 2 de estas condiciones", señala la experta. Ahora bien ¿por qué es importante que cumpla estas características?

1. Fermentación lenta del pan

"Este pan tiene unas características genuinas, ya que aporta fibra e hidratos de carbono de absorción lenta, esto es, tienen un índice glucémico menor al de un pan blanco y una buena digestibilidad, pues las proteínas, incluido el gluten, ya se han pre-digerido en el proceso de fermentación", explica.

Incluso, matiza que "un pan blanco hecho con fermentación lenta puede ser mejor que un pan integral con aditivos y procesos de elaboración rápido". Por ello, es muy importante tener en cuenta el proceso de fermentación que a veces, algunos establecimientos pueden llevar a engaños.

"Los hay que ofrecen panes con masa madre (no de masa madre). Es decir, este ingrediente es solo un pequeño añadido para poder hacer un mejor 'márketing' del pan sin que realmente haya una buena cantidad ni un buen proceso de fermentación", afirma Arranz.

2. Elaborado con harina integral (cuanta más cantidad, mejor)

Por otro lado, es importante que el pan sea integral: casi 100% o con la mayor cantidad posible de harina. La integral es una harina obtenida al moler el grano entero (por lo tanto conserva todas las propiedades del grano.

Sin embargo, y al igual que pasa en el caso de la masa madre, "en el mercado encontramos muchos panes integrales con porcentajes variables, y esto es así por que la normativa lo permite. Como consumidores debemos estar atentos y comprobar qué porcentaje de harina integral tiene el pan que compramos", aconseja.

En el caso de comprar un pan que además lleve semillas, aportaría un mayor contenido nutricional y calorías, por lo que "un pan con semillas puede ser interesante para alguien que necesita más energía, pero igualmente, no vale la pena si es pan blanco". Otra cosa diferente es que fuera un pan integral con semillas.

No obstante, y tal como aclara Arranz, "si queremos semillas se las podemos añadir nosotros en nuestros bocadillos o tostadas o en otros alimentos, ya que los panes con semillas no siempre usan las más adecuadas: muchas veces tienen mucha pipa de girasol y eso no es lo más recomendable si queremos una dieta saludable. Así, las mejores semillas, las más interesantes a nivel nutricional, serían el lino, la chía, el sésamo y el cáñamo".

3. Pan ecológico

Por último, si el pan es ecológico, afirma y concluye Arranz, no hay residuos de pesticidas: "Los cereales son intensamente tratados con este tipo de químicos para asegurar las cosechas y esos residuos quedan, sobre todo, en la cáscara que no se retira si es integral".