A todos en alguna ocasión nos ha pasado lo mismo. Todos alguna vez hemos sido como Simones Biles, que en plenos Juegos Olímpicos decidió retirarse para poner su salud mental en primer lugar. Y es que Biles también es como tú, como yo, como cualquiera de nosotros. Porque todos hemos dado un paso al lado alguna vez y hemos dicho: "Basta, voy a pensar en mí, voy a cuidarme y a mimar lo más importante que tengo: la salud mental. Si ésta falla, caigo yo".
Pero qué duda cabe: a todos nos cuesta parar, dar un paso al lado, porque las responsabilidades, los quehaceres o las exigencias que tenemos y que nos impone la sociedad no son precisamente pocas: aprobar el examen de una oposición (casi a vida o muerte), dar el 200% en nuestro trabajo (porque la cosa no está para andarse con tonterías) o tener que encontrar incluso un trabajo 'mejor' (porque quiero tener un alquiler decente), tener que agradar a alguien o tener que, tener que, tener que.
No seremos deportistas de élite ni referentes mundiales ni el mundo entero estará pendiente de si conseguimos o no una medalla de oro pero, al igual que Simone Biles, también tenemos que luchar de cuando en cuando con nuestros malditos demonios. Y eso no nos hace precisamente débiles mentalmente, sino todo lo contrario: parar y pedir ayuda es también éxito y fuerza mental.
En aquel año olímpico raro (muy raro) por la pandemia del covid-19, Biles era la estrella en Tokio, todos queríamos verla superar su propia marca, que ganase seis oros olímpicos (¡qué burrada!), que superara la leyenda de la gran Nadia Comăneci y no sé cuántos imposibles más. Puede hacerlo, sí. ¿Pero de qué le vale ser una 'diosa'? ¿Va a ser más feliz por ello? Ella, Biles, prefirió ser simplemente humana. Y eligió cuidar su salud mental, antes que hacer lo que el mundo esperaba de ella. Enorme lección la que dio al mundo.
Todos debemos cuidar nuestra salud mental
"Efectivamente, eso no es algo que pasa solo en el deporte de élite, sino que nos puede pasar en cualquier contexto de nuestra vida cotidiana y es algo mucho más habitual de lo que pensamos (lo vemos cada día en consulta)", afirma a laSexta Sonia Castro, psicóloga del Instituto Europeo de Psicología Positiva (IEPP).
La causas de esta presión —añade esta experta— vienen dadas por "cómo la sociedad nos enseña que al final lo que se premia es el éxito, el resultado y la productividad por encima de otras variables. Y al final, lo que aprenden los jóvenes es que el éxito es sinónimo de felicidad y el objetivo final es alcanzar la meta y no tanto el proceso. Y así nos han educado, en este entorno, por lo que si no llegamos a ser los mejores o a conseguir ese trabajo deseado, llega esa sensación de infelicidad, de culpa incluso por el fracaso y en ocasiones, pueden llegar problemas más graves como puede ser un trastorno de ansiedad o una depresión".
Estamos acostumbrados a cuidar el físico pero no lo psíquico, y ésta otra parte es fundamental
Por ello, Simone Biles ha dado un mensaje muy importante: ha puesto el foco en la salud mental que a veces tenemos un tanto olvidada: "Estamos acostumbrados a cuidar el físico pero no lo psíquico, y ésta otra parte es fundamental para nuestra salud", sostiene Castro.
Y es que "al igual que cuidamos nuestro cuerpo físico para no enfermar y prevenir enfermedades, también nuestra salud mental requiere de unos cuidados básicos", afirma por su parte Santiago Cid, psicólogo especialista en ansiedad y director del Centro de Psicología Santiago Cid (Madrid).
Una cuestión de equilibrio: tu ocio es esencial
Pero ¿cómo decir 'basta'? ¿Cómo parar y cuidar nuestra salud mental? "Se trata de una cuestión de equilibrio", afirma Cid. No podemos minusvalorar nuestro ocio porque el ocio, hacer las cosas que nos gustan, incluso no hacer nada durante un sábado entero si nos apetece, es algo fundamental para nuestro autocuidado y bienestar.
"Muchas veces consideramos el ocio como distracción, como algo menor cuando realmente son actividades esenciales para mantener un equilibrio mental, para poder continuar después y mejor con nuestra tareas y con nuestro trabajo. Es por ello, que tiene que haber una sinergia entre ocio y trabajo, si no es imposible coger energía de nuevo", sostiene este profesional.
"Es fundamental, es esencial tener tiempo para uno mismo, tener ocio y tiempo. De hecho, la propia Biles comentaba una vez que los momentos que con más alegría recuerda son precisamente, sus momentos de ocio", expone Cid.
Nuestro ocio es esencial, son actividades fundamentales para mantener un equilibrio mental (no podemos considerarlo algo menor)
Otro aspecto fundamental para cuidar nuestra salud mental es identificar lo que nos está pasando y ponerle remedio o solución, cuanto antes, mejor. "Identificar esa sensación de presión o de evaluación constante que nos está incapacitando para seguir, y una vez identificado, podemos trabajar en ello, sin necesidad, a veces, de dar un paso a un lado ni desconectar", explica Castro.
Así es importante —señala esta profesional— trabajar nuestra autoestima: saber cuáles son nuestros puntos fuertes y también nuestra debilidades. "A veces tenemos expectativas poco realistas que pueden ser muy inalcanzables, por lo que es importante rebajar y buscar otras que sí pueden ser alcanzables y que además, a nosotros nos motiven, que nos gusten, que no nos vengan impuestas por otros ni por la sociedad: pensar realmente qué es lo que me gusta y lo que a mí me llena".
También es importante "enfatizar otros valores, como la gratitud, la empatía o la bondad que nos van a motivar y van a hacer que nos sintamos más felices y reconfortados, sin necesidad de conseguir todos esos logros", añade.
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A veces, es necesario poner límites, incluso tomar distancia y darse un tiempo "para poder trabajar esa salud emocional, con ayuda de profesionales, identificando nuevas metas y expectativas realistas, trazando un nuevo plan que nos motive y que nos pueda satisfacer desde una punto de vista interior e individual. Porque si no estamos bien, todo se verá afectado", finaliza la experta.