No hay duda: los adolescentes han pasado lo suyo en esta pandemia. Las urgencias psicológicas en población infanto-juvenil han aumentado durante todo este tiempo, los chavales y chavalas han “perdido” por así decirlo un año y medio cruciales de sus vidas (porque no es lo mismo tener 15 que 30 o 50 años) y ahora, por ser los últimos en vacunarse, están siendo ellos también objetivos de este maldito COVID-19, siendo incluso, a veces, criminalizados por ello.
Según datos aportados por el Dr. Gabriel Rubio Valladolid, jefe de servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario 12 de Octubre (Madrid), desde finales de agosto de 2020 hasta la actualidad, en población infanto-juvenil, las derivaciones desde Pediatría y desde los médicos de familia se han incrementado de forma alarmante en Madrid. Las cuatro unidades de ingreso para niños (Hospital Niño Jesús) y para adolescentes (Hospitales Gregorio Marañón, Puerta de Hierro y 12 de octubre) están al 100%.
Se han disparado la solicitud de atención por adicción a juegos, ludopatía u otras adicciones conductuales
"Los cuadros clínicos que están necesitando ser ingresados son: depresiones graves con tentativas de suicidio y trastornos de la conducta alimentaria (anorexia y bulimia nerviosa). Además, se han disparado la solicitud de atención por adicción a juegos, ludopatía u otras adicciones conductuales", expone el experto.
Está claro que las vacunas están funcionando y parece que podemos estar ante uno de los tramos finales de la pandemia hasta conseguir al fin tener una inmunidad de grupo, en España, de un 70% o de un 85%. Por tanto, durante este verano, ¿cómo podemos ayudarles a superar los estragos que les ha producido la pandemia?
Pero no sólo a los que han tenido patología más graves como las citadas antes, sino a todos aquellos adolescentes que han visto cómo su vida se venía abajo: aburrimiento, apatía, sentimientos de angustia, de soledad y plenas o experiencias frustrados. ¿Cómo podemos aprovechar con ellos estas vacaciones para pasar más tiempo con ellos y poder acompañarles en sus dudas o en su malestar?
Para explicar qué podemos hacer como padres y madres, hermanos o hermanas mayores, tíos, tías, amigos o amigas, hemos hablado con el doctor Felix Notario, presidente de la Sociedad de Medicina del Adolescente (SEMA) y miembro de la Sociedad Española de Pediatria Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP). "Es importante afrontar con ellos esta recta final de la pandemia donde ahora son ellos el foco de contagio".
Comunicación, pasar tiempo con ellos
Debemos recordar —explica el doctor— que el adolescente está en continua evolución no solo físicamente sino también a nivel neurológico. Los adultos tenemos más refugios, más resiliencia, pero ellos son más vulnerables, más inseguros y se vienen más abajo en seguida: "No son personas de otro planeta, son nuestros hijos, hermanos, sobrinos... Son más de 4 millones y medio de la población".
Lo más importante que podemos hacer como padres y madres es contar mucho con ellos, escucharles y pasar tiempo con ellos
"Así, lo más importante que podemos hacer como padres y madres es contar mucho con ellos/as: hablarles pero sin preguntarles eso de 'cómo estás, con quién has estado o de dónde has venido'. Comer y cenar con ellos para poder así cambiar impresiones, establecer objetivos, saber lo que les gustaría hacer este verano que no hayan hecho antes, o que les gustaría hacer solos o con algunos amigos más cercanos; buscar un sitio que a ellos les guste -al aire libre y sin riesgos, cumpliendo siempre las normas de seguridad- para disfrutar juntos".
Sin duda, "la comunicación es lo más importante, estar cerca de ellos, pero sin agobiarles, hacer cosas juntos, compartir momentos y mostrarles confianza, hacerles ver que estamos con ellos, que les vamos a acompañar, que no van a estar solos, que pueden contar con nosotros en sus dudas", insiste el doctor Notario.
Comer en familia, pasar tiempo juntos
Una de las cosas más importantes y más sencillas que podemos hacer con ellos/as es comer o cenar juntos: es una oportunidad para hablar de todo lo que sucede, para cambiar impresiones, para conocer más incluso a nuestros hijos e hijas. Gustos, inquietudes, formas incluso de ver el mundo y la sociedad. De hecho, "hay estudios que aseguran que los niños y adolescentes que comen o cenan con sus padres/madres al menos dos veces por semana, tienen más probabilidad de prevenir ciertas conductas de riesgo". Ahora, en verano —durante el curso escolar es más complicado— es una época maravillosa para pasar más tiempo de comidas y de cenas juntos y en familia.
Por otro lado, es clave también que como madres y padres, añade este profesional, les ayudemos a que vayan poco a poco —y cumpliendo siempre las medidas de seguridad establecidas— recuperando su entorno, porque para ellos su pandilla y su grupo son su vida, su rutina, sin ellos no son nada, por eso les ha ido tan mal, y lo han pasado mal en esta pandemia: porque se han aislado y han roto esa convivencia, esos proyectos y esos espacios que tenían para compartir todos juntos.
No quitarles las redes sociales (pero con normas)
"Es cierto no obstante que, por eso mismo, han abusado de las redes sociales. Pero para ellos han sido y están siendo un salvavidas, en esta pandemia, y muchas veces los padres y madres no debemos caer en la tentación de limitarles el tiempo (cosa precisamente, contraria a lo que haríamos si no hubiera pandemia); tenemos que ser flexibles y comprensivos en este sentido. Eso sí, siempre pautando unas normas y negociando con ellos: el adolescente es muy sensible al contrato justo, lo entiende y lo acepta muy bien", explica este profesional.
Por último, es importante —finaliza el experto— hacerles responsables de su salud y hacerles ver también, y a su vez, que como sociedad, estamos velando por ellos, que los vamos a vacunar cuanto antes. Que no los hemos olvidado. De hecho, los procesos de vacunación en jóvenes y adolescentes se están agilizando en todo el país para poder vacunarles cuanto antes.
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"Es importante en esta época, trasmitirles autoestima, decirles que no son culpables de nada y que ahora son ellos los que están sufriendo los contagios porque son los últimos en vacunarse. Por ello, es importante decirles que estamos preocuparnos por ellos, que vamos a vacunarles enseguida pero que mientras tanto, hay que seguir con las reglas del juego y con las conductas de seguridad", finaliza el experto.