No son tiempos fáciles. La guerra en Ucrania nos ha vuelto a recordar lo vulnerable que podemos llegar a ser. Más aún, después de casi dos años de pandemia en que hemos visto nuestra vida mudar por un virus que ha dejado muchas y demasiadas pérdidas en el camino. No es raro que ahora, sintamos de nuevo emociones de miedo, incertidumbre o tristeza.

Porque como nos contaban en este artículoCecilia Martín y Marina García, psicólogas y directores del Instituto de Psicología Psicode, los acontecimientos sociales que pasan a nuestro alrededor, aunque no nos hagan daño directamente a nosotros, sí nos afectan psicológicamente.

De modo que es importante saber que podemos sentirnos mal emocionalmente: que podemos estar más tristes, más cansados mentalmente, quizá en ocasiones más apáticos, que puede que no nos sintamos tan fuertes o tan vitales como antes, puede que... No podemos olvidar que venimos de una pandemia y no podemos obviar tampoco los problemas personales con los que cada uno tiene que lidiar en su día a día. Porque nuestra pequeña vida continúa girando, más rápido o menos rápido.

Lo importante es sentirnos bien, pese a todo, y salvaguardar nuestro bienestar, por ello es clave tener a mano una serie de herramientas que nos ayuden a afrontar mejor el día a día. Que nos hagan estar mejor emocionalmente, pequeñas cosas que sí están en nuestra mano, tener nuestros pequeños 'auxilios' donde sentirnos bien.

Llevar hábitos saludables: dieta, ejercicio y descanso

Sin duda es una de las primeras cosas que debemos tener en cuenta: llevar una dieta sana, hacer ejercicio físico e intentar tener un buen descanso. Esas tres cosas nos ayudarán a estar mejor físicamente y por tanto, también mentalmente.

"Científicamente está demostrado que llevar unos hábitos saludables está directamente relacionado con nuestro bienestar psicológico", afirma a laSexta.com Pilar Conde, psicóloga y directora técnica de Clínicas Origen.

Retomar las quedadas y el contacto social con los amigos

Es muy importante establecer una rutina: tener nuestros quehaceres laborales o nuestros ocio (en el caso de estar en paro o estar jubilado) instaurados. "En la medida de lo posible es muy positivo que llevemos a cabo una rutina y que esta se mantenga", sostiene Conde.

Si se tiene miedo al contagio, Si tenemos miedo al contagio, "es importante ir retomando la actividad social de forma escalonada, de manera que tú te vayas sintiendo mejor cada vez

Pilar Conde, psicóloga

Y dentro de esa rutina es importante, -ahora que la pandemia, gracias a la vacuna, está remitiendo- retomar nuestras actividades y contactos sociales: retomar las quedadas o el contacto con la familia o con los amigos que nos hacían sentir bien (cumpliendo con las normas sanitarias). Si tenemos miedo al contagio, "es aconsejable ir retomando la actividad social de forma escalonada, de manera que tú te vayas sintiendo mejor cada vez", aconseja la experta.

Incluso es importante también buscar el contacto de personas nuevas, de aquéllas a las que quieres mucho pero que hace tiempo que no ves. Por ejemplo, "con tus amigos de la infancia u otras personas importantes en tu vida que por las circunstancias hace tiempo que no paséis un rato juntos. "Y no es necesario hacerlo cada semana, vale con una vez al año. Ver a gente nueva activa recuerdos y trae buenas sensaciones pasadas", comentan Martín y García.

Cuidar el ocio y las cosas que hacen sentir bien

También es importante no descuidar nuestro ocio, dejar tiempo entre los quehaceres laborales y familiares para hacer las cosas que nos gustan: leer, ver una película, montar en bicicleta... Las cosas que nos gusta hacer también en soledad.

"El estado de ánimo se nutre de la cantidad de refuerzos que experimentamos en el día a día. Y esos refuerzos vienen de las actividades de ocio, de las cosas que nos gusta hacer, del deporte, del contacto con los amigos y con la gente que queremos estar. Cuanto menos hagamos, peor para nuestro estado de ánimo", sostiene Conde.

También es de gran ayuda -añade la experta- que nos permitamos planificar cosas: sean viajes o actividades más cercanas, de nuestro día a día. Mientras planificamos nos sentimos bien y nos hace ponernos metas.

Fomenta la solidaridad

Como dijimos aquí, la solidaridad es uno de los valores más importantes que nos ayudan a sentirnos mejor. Ya que nos podemos cambiar las cosas, al menos podemos poner un pequeñísimo grano de arena. Saber que estamos haciendo algo para ayudar, por mínimo que sea, nos hará sentirnos mejor, hará que sintamos que al menos, estamos contribuyendo.

Porque además, está demostrado que "ayudar y ser generoso con otra persona no sólo beneficia a la persona que recibe sino que beneficia incluso más a quien da esa ayuda", explica Martín y García.

Dosificar la información y no hablar siempre de lo mismo

Igual que nos pasaba en plena pandemia del COVID, lo mismo ahora con la guerra de Ucrania. Es importante estar informados pero no estar pendiente a cada momento de lo que pase. Como explican Martín y García, es fundamental dosificar la información que vemos y escuchamos en los medios de comunicación.

Igualmente, cuando quedemos con los amigos o en reuniones personales o de trabajo, "intentar no dedicar toda la conversación en torno a la guerra, no monopolizar la conversación".

Alimenta y cuida tu autoestima

Sin duda es una de las cosas más importantes de la vida: tener una buena imagen de nosotros mismos, tratarnos bien, tal como trataríamos a alguien que queremos mucho. Puede que nuestra autoestima por todas las circunstancias que estamos viendo, esté también algo tocada, algo más baja, y por qué no ahora, puede ser un buen momento para alimentarla.

El consejo para ello que dan Martín y García es el siguiente: "Escribe una carta de amor a ti mismo y envíala por correo. Pide a tres amigos que te digan por qué te quieren y luego Díselo tu a ellos. Perdónate por errores del pasado y date permiso para pasar página".

Si lo necesitamos, acudamos a un psicólogo

Es de gran ayuda hablar de nuestros problemas con nuestra gente de confianza, desahogarnos con ellos y permitirnos también hablar de dolor, de las cosas que no van bien y de lo que nos preocupa. Pero en el caso de necesitarlo, porque queremos herramientas para hacer frente a los problemas que nos ha tocado vivir, o porque simplemente queremos mejorar nuestro bienestar psicológico, acudamos a un psicólogo. La ayuda profesional es muy positiva.

"Es importante normalizar la situación de ir al psicólogo, quitar el estigma que hemos tenido, igual que vamos al médico a revisar nuestra salud física, podemos acudir a un psicólogo/a para reforzar nuestra salud psicológica", concluye Conde.