En este nuevo curso y vuelta a todo, demos prioridad y protejamos nuestra salud mental. Y es que para muchos y muchas, el curso y el ‘año nuevo’ no comienzan en enero sino en septiembre, porque todo gira y se mueve en torno al colegio y a los niños.
Para muchos y muchas, éste será un nuevo curso de nuevas oportunidades, para otros será volver (de nuevo) a hacer rompecabezas para conciliar, para muchos volver de nuevo a la presencialidad, pero el teletrabajo, parece, ha llegado para quedarse, y para otros una continuación sin novedades (a veces buena) del curso pasado.
Sea como fuere, lo importante para todos es proteger nuestra salud mental, intentar que el estrés laboral no nos pueda y que no haga estragos en nuestra vida. No es fácil -todos lo sabemos- pero al igual que estamos pendientes del trabajo, nuestros hijos, familias o amigos, a veces toca también estar pendientes de nosotros. Y cuidarnos, para evitar caer.
Tener salud mental es un factor de protección para amortiguar el impacto de los estresores que aparecen en nuestro día a día y rutina
"Tener salud mental es un factor de protección para amortiguar el impacto de los estresores que aparecen. Por lo que cualquier situación difícil de nuestra vida afecta a nuestro estado anímico y nos desestabiliza. Si nos sentimos fuertes mentalmente, el episodio negativo por el que estemos pasando interferirá en menor intensidad y será más fácil poner en marcha las estrategias de afrontamiento. Así, no resultará negativo para nuestra salud", afirman a laSexta Cecilia Martín Sánchez y Marina García Fuentes, psicólogas y directoras del Instituto de Psicología PSICODE (Madrid, Alicante, Valladolid).
Por lo que hay aspectos fundamentales de nosotros mismos que debemos cuidar y proteger, aunque el curso haya empezado y la rutina de siempre hayan empezado. "Es hora de establecer prioridades y cuidarnos debe ser nuestra máxima prioridad, porque si yo no estoy bien no podré hacer frente a mi propia vida. La salud mental y física es lo primero, cuerpo y mente van unidos. Si no cuido mi salud mental, empezaré a notar muchos problemas en mi salud física", explican las expertas.
Igualmente, una de las recomendaciones más importantes que ofrece Juan Nieto, psicólogo y director del Instituto Europeo de Psicología Positiva es la de "extrapolar aquellas cosas que nos hacen estar bien durante las vacaciones, en la medida de lo posible, a nuestro día a día". No por estar trabajando tenemos que dejar de cuidarnos o de hacer cosas que nos gustan en nuestro tiempo libre.
Extrapolar, en la medida de lo posible, aquellas cosas que nos hacen estar bien durante las vacaciones, en la medida de lo posible a nuestro día a día y rutina
Además, añade el experto, es importante también tomarse este comienzo como una nueva oportunidad y centrarnos en la actitud con la que volvemos de nuevo al trabajo: "Pensemos en qué podemos cambiar -dentro de lo que esté en nuestra mano- para estar mejor, para crecer o realizar cosas que nos gusten".
Y por último, es clave nutrir nuestra red de apoyo y por supuesto nuestros momentos de ocio. Incluso, dentro del trabajo. Esto es, "nuestra red de apoyo también pueden ser nuestros propios compañeros, que sean ellos los que nos ayuden en nuestro día a día para que sea menos estresante. Incluso, podemos recuperar procesos laborales que se quedaron estancados y poder hacer -de nuevo- equipo para sacarlos adelante", indica Nieto.
1. Establece prioridades
Para controlar el estrés o al menos intentar tomarnos las cosas con más calma y sosiego, es importante tener a mano una serie de herramientas o consejos. Tal como explican Martín y García, es fundamental, como hemos dicho antes, establecer prioridades.
Pero para ayudarnos mejor a establecer esas prioridades en el trabajo, es importante, "hacer una lista de las cosas que realmente son urgentes y súper importantes, e identificar también aquellas cosas que pueden esperar. Centrémonos y seleccionemos bien. Porque posiblemente no hay nada tan urgente ni tan importante. Está demostrado que un gran número de tareas de las que anotamos en las listas de tareas pendientes, no las haremos nunca y no pasará nada", indican estas profesionales.
2. Haz caso a tu ocio
Es fundamental para nuestra salud mental hacer caso a nuestras horas de ocio que no son menos importantes que nuestras horas laborales. "¿De verdad es necesario hacer tantas cosas para vivir? Simplifiquemos nuestra vida y estaremos menos estresados. Seremos más felices. Las horas del día también nos tienen que dar para sentarnos en el sofá y decir 'hoy no se hace nada, vamos a aburrirnos juntos en casa'. Os proponemos que planifiquéis en vuestro día a día tiempo para no hacer nada”, aconsejan las expertas.
3. Olvídate del perfeccionismo
Otra de las cosas que podemos hacer para intentar controlar el estrés, es olvidarnos del perfeccionismo. "A veces nos estancamos haciendo algo porque queremos hacerlo perfecto y dejamos esa tarea a medias. No hay nada más estresante que las tareas inacabadas. Por ello, mejor centrémonos en terminar eso que tenemos pendiente. Y una vez terminado, esa tarea dejará de consumir espacio en nuestra memoria y en consecuencia, dejará de estresarnos. Por lo que 'tarea terminada, tarea olvidada'", aconsejan las psicólogas.
4. Ten en cuenta los imprevistos
Quizá una de las cosas más difíciles de cumplir es el de hacer las cosas sin prisas, uno de los estresores más importantes que existen que nos hacen además, cometer más errores. Por lo que, aquí es clave -según explican ambas expertas- aceptar que los ladrones del tiempo existen y que por tanto aparecerán y habrá imprevistos que nos harán perder el tiempo. "Por ello, a la hora de planificar nuestras tareas, no cometamos el error de llenar la agenda de tareas una detrás de otra, es clave dejar tiempo para esos posibles imprevistos que pueden surgir: siempre habrá una llamada que se alargue, un atasco, un vaso de leche que tu hijo/a derrame...".
Evita aquellos comentarios negativos, quejas e interpretaciones subjetivas, tanto propias como de los compañeros. Producen 'ruido mental' y no aportan nada.
5. Olvídate de comentarios negativos
Otros consejo que ofrece por su parte, la psicóloga Pilar Conde, psicóloga y directora de Clínicas Origen, para poder gestionar y controlar el estrés es centrarnos en nuestras tareas, “y evitar aquellos comentarios negativos, quejas e interpretaciones subjetivas, tanto propias como de los compañeros. Producen 'ruido mental' y no aportan nada, ni profesional ni personalmente", explica la experta.
6. Actividades dirigidas a controlar el estrés
Por último, hay ciertas actividades concretas y dedicadas a ese fin, que ayudan a algunas personas a gestionar mejor el estrés que puedan tener como por ejemplo, el mindfulness: "Te ayuda a controlar los pensamientos negativos que te asaltan cada día", indica Conde. También la lectura y actividades mentales que te distraigan de tus tareas son también recomendables.
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7. 'Recargadores' de energía
No olvidemos, por último, que el cerebro necesita reforzadores. “Un reforzador es aquello que nos trae una sensación agradable. Cada día tienes que tener el máximo que puedas de estos”, explican Martín y García. "No es necesario que te vayas de viaje, tan sólo con fantasear 3 minutos sobre tu último viaje ya te ayudará. Leer 15 minutos tu novela preferida, disfrutar de una buena infusión con música de fondo... Pequeños instantes que te van cargando de positividad".