Neuropediatría

El reto de detectar la dislexia cuanto antes: "El gran indicador es cuando los niños presentan resistencia al proceso de aprendizaje de la lectura"

Qué es Es un trastorno del neurodesarrollo que afecta de forma específica a los procesos implicados en la lectoescritura. Dos expertos nos explican cuáles son las señales más importantes y qué hacer ante una sospecha.

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Los trastornos del neurodesarrollo afectan a entre un 5% y un 10% de la población, y, en concreto, la dislexia, que afecta de forma específica a los procesos implicados en la lectoescritura, la padecería un 10% de la población mundial.

En España, según datos de la Federación Plataforma Dislexia, afecta a más de 4,6 millones de españoles y a 800.000 niños/as. Sin embargo, solo el 33% de los pequeños con este trastorno recibe la atención profesionalizada necesaria; y clave detectar la dislexia cuanto antes, ya que, además, se considera como la dificultad específica de aprendizaje más común del mundo.

Por ello, el consejo que ofrece José Ramón Gamo, miembro de la cátedra de neuroeducación de la Universidad de Barcelona y director técnico de los centros CADE, es que si el niño/a presenta resistencia a la lectura, busquemos rápidamente un especialista que nos permita identificar si existe o no un problema de este tipo. Y en el caso de que lo haya, actuar lo antes posible.

Según este experto, la señal más fiable que nos permite detectar la dislexia es la siguiente: cuando un niño/a, con una inteligencia, estimulación escolar e instrucción lectora normal, y en una situación sociocultural normal, presenta resistencia al proceso de aprendizaje de la lectura.

"Y esta señal es ya en sí misma un indicador de alta fiabilidad: solo el 20% de los niños que enfrentan el proceso de aprendizaje de lectura presentan resistencia al aprendizaje. Y ese porcentaje se convierte, por ende, en un grupo de alto riesgo para una posible dislexia. Así, podemos decir que el gran indicador sería la resistencia al proceso de aprendizaje de la lectura", insiste Gamo.

Qué hacer si sospechamos de una dislexia

Cuando los niños son pequeños, especialmente cuando empiezan a leer, es importante prestar atención a cómo lo hacen.

En este sentido, Rocóo Sánchez-Carpintero Abad, presidenta de la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP) explica que, al principio, cuando los niños empiezan a leer, "debemos tener paciencia y, si vemos que les está costando, podemos jugar con ellos/as con letras de madera para formar palabras, leer con ellos por las noches, y ayudarles a disfrutar de la lectura aunque sea con otra persona, porque así también se les despierta el interés".

Sin embargo, si, como hemos dicho antes, vemos que les cuesta y que tienen dificultades en este aprendizaje, lo primero que deberíamos hacer es acudir al profesor para que nos diga cómo está el niño/a en clase y si, efectivamente, nos confirma que el niño/a está teniendo cierta dificultad en el aprendizaje de la lectura, "lo mejor es acudir al pediatra de Atención Primaria para que nos derive a un neuropediatra para que confirme (o no) el diagnóstico, o bien a un gabinete especializado en dislexia".

No obstante, expone por su parte Gamo, "normalmente suelen ser los profesores quienes detectan el problema y quienes nos dicen que algo está ocurriendo". Serán ellos, por tanto, quienes deriven en los colegios al departamento de orientación del centro o bien a una unidad externa para abordar tanto el diagnóstico como la posterior intervención y tratamiento.

Cómo tratar la dislexia

El tratamiento de la dislexia es un tratamiento que deben hacer profesionales en reeducación de las dificultades lectoras. Tal como explica Gamo, el tratamiento más eficaz para la dislexia es un protocolo de reeducación.

"Se trata de un protocolo de intervención testado ya desde hace muchos años, un protocolo de entranamiento de los distintos procesos mentales que participan en el proceso lector. El tratamiento suele llevar una temporalidad de entre 24 y 36 meses y la terapia con los niños/as con dislexia, normalmente, es individual", añade el experto.

De este modo, y con este protocolo, subraya, "vamos a poder reeducar la capacidad que estos niños tienen para decodificar las palabras escritas con eficacia y fluidez, sin rectificaciones, sin confundir una imagen de una palabra por otra que sea muy parecida (por ejemplo, camioneta-camiseta) y poder acceder a decodificar las imágenes de las palabras con fluidez".

Consejos

Por último, también es importante que las familias ayuden en este proceso, por ello, la doctora Sánchez-Carpintero nos ofrece algunos consejos que pueden ser de gran utilidad.

  • Que los padres lean con los niños y les induzcan la curiosidad por los cuentos desde muy temprano.
  • Que hablen con ellos con un lenguaje adulto, esto es, que los niños tengan un modelo para poder hablar bien, para que tengan un lenguaje amplio y rico, ya que, esto les prepara y les ayuda para después aprender a leer bien.
  • Que jueguen con letras, que las manipulen y/o que jueguen con los niños a formar o a adivinar palabras. Es decir, juegos que fomenten la conciencia fonológica. Por ejemplo, vamos a decir palabras que empiezan por FO o palabras que acaben en ÓN.