Una de las claves para cuidar nuestro corazón y proteger nuestra salud cardiovascular es llevar un estilo de vida saludable. El fin: prevenir los factores de riesgo cardiovascular (colesterol, diabetes, hipertensión, obesidad...) que son los que aumentan el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.
El 30% de los fallecimientos que ocurren al año en España es debido a enfermedades cardiovasculares que siguen siendo en la actualidad, la primera causa de muerte. No sólo en España o en Europa, sino también en el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). De ahí, la importancia de cuidar y de proteger la salud cardiovascular.
Porque "la clave sin duda, es la prevención", asegura a laSexta Dra. Miriam Sandín Rollán, vocal de la Asociación de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC). "Una vez que aparece la enfermedad cardiovascular, el riesgo de presentar nuevos eventos es más elevado. Así, la mejor manera de tener una vida más prolongada y más saludable es prevenir ese riesgo cardiovascular", añade.
Por su parte, y según exponen desde la Fundación Española del Corazón (FEC), tener uno o más factores de riesgo cardiovascular aumenta el riesgo de tener una enfermedad del corazón. Y según datos publicados por esta entidad, "casi el 60% de los españoles adultos tiene dos o más factores de riesgo cardiovascular, lo que multiplica exponencialmente las posibilidades de sufrir una enfermedad cardiaca".
Los principales factores de riesgo cardiovasculares que debemos evitar, prevenir o en el caso de tenerlos, que estén bajo control (llevar un control médico sobre ellos) son, como explica la FEC: hipercolesterolemia (colesterol alto); hipertensión, diabetes, sobrepeso, obesidad, sedentarismo, tabaquismo, estrés y la falta de sueño.
Según datos publicados en septiembre de 2021 por esta fundación, los datos de prevalencia en la población española de estos factores de riesgo fueron los siguientes: el 22,2% de los españoles tiene hipertensión, el 22,8% hipercolesterolemia, diabetes (7,1%), sobrepeso (33,8%), obesidad (16,7%); sedentarismo (19,4%), falta de sueño (15,9%) y estrés (17,4%).
Para prevenir los factores de riesgo cardiovascular es clave seguir una dieta sana (basada fundamentalmente en la dieta mediterránea) y hacer ejercicio físico de forma regular. "Estas dos cosas son sin duda los factores más importantes de prevención", afirma la experta. Pero también es importante atender a otras 4.
1. Dieta mediterránea
Los datos ya han demostrado y con creces que la mejor dieta para cuidar nuestro corazón es la dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva y frutos secos (al natural y sin sal). Según corroboró el estudio PREDIMED (Prevención con Dieta Mediterránea) en el año 2013, reducía hasta un 30% el riesgo cardiovascular.
Como explica la FEC, esta dieta consiste principalmente en el consumo de "frutas, verduras, legumbres y cereales integrales, evitando en lo posible tanto azúcares libres como grasas trans y limitando la ingesta de grasas saturadas en favor de las no saturadas (las llamadas grasas insaturadas o grasas saludables) presentes en pescados, aguacates, frutos secos y aceite de oliva". Estas grasas saludables -añade esta entidad, son "un regalo para el corazón", tal como contábamos aquí.
Es fundamental por otro lado, reducir el consumo de grasas trans (presentes en la bollería industrial, alimentos precocinados, snacks, helados y batidos) ya que si "se consumen en grandes cantidades pueden afectar negativamente a nuestra salud cardiovascular, explica la FEC, ya que "aumentan los niveles de colesterol total, los niveles de triglicéridos en sangre y la inflamación".
2. Ejercicio físico
"Es fundamental hacer ejercicio físico, de forma continua y siempre adaptado a la edad y características del paciente", afirma la doctora Sandín. Lo recomendable es que se realice actividad física "entre 3 y 5 días a la semana siendo la vigorosidad del ejercicio diferente en cada paciente. Lo ideal es empezar por un ejercicio adaptado e ir progresandoen las semanas posteriores", añade
El ejercicio debe combinar ambos tipos de actividad o ejercicio: ejercicio aeróbico (caminar, correr, bailar...) y ejercicio de fuerza. Tal como explicamos en este artículo, el mejor ejercicio para cuidar nuestro corazón es la combinación de ambos. Lo importante, sobre todo, la regularidad: que se haga ejercicio de forma continua.
"El ejercicio físico es, junto a una saludable alimentación, la mejor manera de mantener en forma nuestra salud cardiovascular", afirman desde la FEC.
3. Dejar de fumar
Es importante evitar sustancias nocivas como el tabaco porque "está claro que los pacientes que han fumado tienen un riesgo más elevado que aquellos que no han fumado", explica la experta. Por lo que es fundamental dejar de fumar y abandonar la adicción del tabaco. Lo más importante para conseguirlo es ponerse en manos de un profesional sanitario para que paute a cada paciente el mejor tratamiento en cada caso. Un tratamiento personalizado.
"Si se deja de fumar se obtiene un claro beneficio para la salud que antes, fumando, no tenías. Es cierto que el riesgo nunca será como el de una persona que nunca ha fumado, sobre todo si se ha fumado mucho, pero sí se obtiene un beneficio importante para la salud. Por lo que si se fuma, es clave dejarlo", asegura la experta.
4. Controlar el estrés y descansar bien
Desde hace unos años, explica la doctora Sandín, "han surgido nuevos factores de riesgo emergentes como son la ansiedad, el estrés y la falta de descanso que se relacionan también con un aumento del riesgo cardiovascular". Es fundamental controlar el estrés para así prevenir el riesgo. En este artículo explicábamos cómo identificar el estrés y poder pararlo a tiempo.
Por su parte y en cuanto al descanso, un trabajo publicado en 'European Journal of Preventive Cardiology' -referido por la FEC- concluyó que aquellas personas que además de llevar unos hábitos de vida saludables ( realizar actividad física de forma regular, mantener una alimentación equilibrada, moderar el consumo de alcohol y no fumar) duermen un mínimo de siete horas al día, reducen hasta en un 65% el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
5. Control de los factores de riesgo
"El objetivo fundamental de todo esto es prevenir los factores de riesgo cardiovascular que pueden incrementar la aparición de una enfermedad", sostiene la doctora. Pero "si el paciente ya tiene uno o más factores de riesgo, es importante que los tenga controlados".
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Es decir, "primero prevención (evitar que aparezcan) y en segundo lugar, en el caso de tener algún factor de riesgo es fundamental que se controlen y que haya un seguimiento médico. Que esos factores de riesgo estén dentro de los objetivos", concluye la experta. Son fundamentales las revisiones y el seguimiento médico.