De nuevo otra ola de calor. Otra horrorosa y agobiante ola de calor. Y es que el cambio climático no para y sigue haciendo de las suyas. De nuevo, las noches sin dormir, los 40 grados a la sombra, el no poder salir a la calle hasta que baje el sol, el aire acondicionado a todo trapo (no precisamente bueno ahora con la subida del precio de la luz) y también, el cansancio, la apatía y el mal humor.
Sí, el calor y sobre todo este calor extremo que afectará a gran parte de nuestro país durante los próximos días, afectará a nuestro organismo y también incluso a nuestro humor y a nuestro quehacer diario.
Tal como comentaba recientemente Fernando Miralles, profesor del Grado en Psicología de la Universidad CEU San Pablo (Madrid), "la mayoría de las personas sienten cansancio y apatía durante estas fechas de notable calor. Pero hay otras personas denominadasmeteorosensibles (personas que les afectan más los cambios de temperatura)que, además de agotamiento y desgana, pueden llegar a sentirse malhumoradas". Más del 50% de la población es meteorosensible, siendo los más vulnerables, las personas mayores y los niños.
La mayoría de las personas sienten cansancio y apatía durante estas fechas de notable calor, pero las personas meteorosensibles pueden sentir además desgana y malhumor
Según explicaba este experto "estos síntomas negativos se ven agravados cuando, además del excesivo calor, existe humedad y viento caliente, pues en plena ola de calor, las condiciones climatológicas pueden aumentar los efectos negativos en la conducta de las personas. Esto se ve reflejado en una mayor falta de atención, un carácter más impaciente e impulsivo y mal humor".
Además de estos síntomas de carácter más emocional, las fuertes olas de calor -como la que vamos a vivir en los próximos días- pueden traer consigo vasodilatación, sudoración abundante, pérdida de líquidos y electrolitos a través de la piel, falta de sueño y, en algunas ocasiones, casi nulo descanso. Ello puede conducirnos a una deshidratación o al temido golpe de calor. Para preparar nuestro cuerpo y estar atentos para la llegada de las altas temperaturas, es clave seguir algunas recomendaciones.
Mucha hidratación y alimentos frescos
Probablemente sea de sentido común pero muchas veces no nos hidratamos lo suficiente y sobre todo no bebemos las bebidas que debemos beber. Y no, no vale eso de una ‘cerveza fresquita’.
El calor y la humedad pueden ser dos factores de importante riesgo para la salud. Es por ello que, una dieta equilibrada y una óptima hidratación juegan un papel fundamental según la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
Como explica a laSexta Ana Zugasti, especialista en Endocrinología y Nutrición y miembro del área de Nutrición de la SEEN, lo importante es que estamos prevenidos, que esta ola de calor no nos pilla de imprevisto. Así, es importante hidratarnos bien, beber mucha agua, no esperar a tener sed para beber y hacerlo de forma regular durante al día, aunque no tengamos ganas. Especialmente importante en niños y en personas mayores.
Es importante hidratarnos bien, beber mucha agua, no esperar a tener sed para beber y hacerlo de forma regular durante todo el día
"Los líquidos que debemos beber son fundamentalmente agua, bien agua sola o aromatizada con limón por ejemplo. También podemos tomar infusiones frías; pero es importante evitar todas las bebidas azucaradas y bebidas alcohólicas (ambas aumentan la deshidratación); así como evitar también los zumos (mejor la fruta entera)" afirma la experta. En general, el alcohol no es saludable nunca, pero menos todavía en verano: al tener un efecto vasodilatador puede aumentar el riesgo de padecer un golpe de calor.
En cuanto a las comidas, igualmente debemos evitar productos muy calóricos y optar por alimentos frescos como frutas, verduras de temporada, gazpachos, ensaladas y todos aquellos alimentos que no nos resulten pesados y que aumenten nuestra hidratación. Por ello, mejor hacer comidas ligeras y frescas, sostiene la experta.
Protege la piel y el cuero cabelludo más que nunca
"Lo ideal sería no salir a a la calle en las horas centrales del día y sobre todo reducir nuestra exposición solar lo más posible, porque los rayos ultravioletas van a ser mucho más potentes", explica por su parte a laSexta el doctor Pedro M. Losa, director del centro médico beOne (Madrid).
Pero lo cierto es que mucha gente está de vacaciones y bajará como es lógico a la playa o la piscina. En ese caso, es fundamental tener a mano más que nunca, una buena protección solar y mantener -como hemos comentado antes- una buena hidratación. "Las cosas más sencillas y con más sentido común son las que más nos van a ayudar a sobrellevar los posibles problemas con el calor y con la radiación solar como las quemaduras solares", afirma este experto.
Es importante en estas olas de calor ponernos la crema solar al menos 20 minutos antes de salir de casa porque "con la gran radiación que vamos a tener durante estos días, con simplemente 20 minutos de exposición solar nos podemos quemar, por ello es importante aplicarla al menos ese tiempo antes de salir de casa". Importante también reaplicar esa crema solar al menos cada dos horas y sobre todo cuando salgamos del agua o sudemos.
Es importante usar en estos días de ola de calor un factor de protección solar alto (SPF 50) y proteger también nuestro cuero cabelludo
Por otro lado, es fundamental usar un factor de protección solar alto (SPF 50) durante estos días, aunque ya no estemos usando una protección solar alta. "Es cierto que hay personas que ya están morenas y dicen que ya no se queman y ya usan protección más baja, pero estos días de máximo calor conviene usar de nuevo un factor de protección solar de 50", explica el experto.
Lo ideal -añade- es que "cuando empezamos en primavera o en verano a exponernos al sol nos apliquemos un factor de protección ato, de SPF50, y lo bajemos gradualmente según nuestro tono de piel. Pero en olas de calor, conviene de nuevo usar una protección solar de 50", insiste. Incluso también cuando salgamos a calle a pasear, ponernos protección en las zonas que no estén cubiertas.
Especial precaución hay que tener con nuestro cuero cabelludo que a veces lo olvidamos, y sobre todo en personas con poco pelo se pueden quemar. "La mejor forma de protegernos es ponernos gorras y sombreros pero si no es posible, existen aplicaciones o dispositivos solares específicos para el cuero cabelludo en forma de bruma. Cuando salgamos mojados del mar o la piscina, lo ideal sería secarnos un poco el pelo com una toalla y volver a replicarnos esa bruma solar", recomienda.
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En general, para el conjunto entero de nuestro piel, como afirmó a principios de este verano, el Dr. Agustín Buendía Eisman, director de campañas de la Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología y Verología (AEDV), "sólo con prevención primaria, a través de hábitos saludables ante el sol se puede reducir la incidencia del cáncer de piel, mientras que con prevención secundaria, mediante una detección precoz, pueden reducirse las cifras de mortalidad de melanoma y de otros tipos de cáncer de piel, así como evitar casos de cáncer avanzado".